Esta propuesta lleva el llamativo nombre de Tarro-Libros 2015 y consiste en lo siguiente: debemos hacernos con una tarro, bote de cristal o cualquier otro recipiente que tengamos por casa y podamos reciclar para que nos sirva de hucha improvisada. En ese tarro iremos introduciendo un euro por cada libro que vayamos leyendo. Junto a la moneda en cuestión añadiremos un papelito con el nombre del libro que hemos leído. Así, a finales de año, recordaremos las lecturas que hemos hecho y los buenos momentos que hemos pasado con ellas.
¿Es original, verdad?
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