Comenzamos con un Devils food cake, que preparamos en varios moldes redondos de diferentes tamaños.
Ahora viene lo bueno. Presentamos todas las piezas en su lugar y vamos cubriéndolas con fondant y colocando todos los detallitos. Al bombo y a los pilares que sostienen el tambor trasero les dimos una capita de spray comestible para darle ese efecto metalizado.
Absolutamente toooodo en esta tarta es comestible. Los platillos son de fondant y los metimos en el congelador, para que queden rígidos y no se doblen al colocarlos sobre los Mikados.
Un consejo: con el calor que hace en verano, conviene meter la tarta en la nevera para que el fondant se mantenga firme. Nosotras la sacamos sólo un ratito para hacer la foto y podréis ver que en algunos sitios se ha ablandado y arrugado... ooooooh!!!
Pero, arrugas aparte, no podemos estar más orgullosas...
¿Y tú qué? ¿No te mueres de ganas de soltarte el pelo y empezar a entonar el Thunderstrack??