Ésta ha sido la candidata oficial para debutar como tarta de mi cumpleaños en 2014.
No, mentira...¡¡¡ha sido rotundísimo!!!
Y es que no hay para menos...ya que la combinación del sabor profundo a limón de la mousse con el dulzor de la cobertura de fresa es algo francamente indescriptible.
A ver, para que os hagáis una idea...Os tenéis que poner en la situación de que estamos en una tarde de esas de agosto, en plan achicharramiento total, y nos sentamos en la terracita de playa, pueblo, ciudad o capital a tomar un sorbete de limón...¿A que mola?
Pues ahí lo tenéis.
Una tarta muy refrescante que despierta todas nuestras papilas gustativas... Dificultad: baja
Tiempo de preparación aproximado: 30 minutos preparación de la base y de la mousse + 4 horas mínimo para el cuajado de la mousse + 2 horas mínimo para el cuajado de la cobertura.
Raciones: 14-16
Molde: desmoldable de 23cm.
INGREDIENTES
Para la base:
- 1 rulo de galletas (200g.)
- 70g. de mantequilla
- 1 tarrina de 300g. de queso de untar (tipo Philadelphia)
- 400ml. de nata para montar
- 200ml. de leche (entera, semi o desnatada)
- 6 hojas de gelatina de 2 gramos cada una
- 130g. de azúcar
- el zumo de 4 limones medianos
- la ralladura de 1 limón
- 1 tarro de mermelada de fresa (unos 340g.)
- 50ml. de agua
- zumo de 1/2 limón
- 2 hojas de gelatina de 2 gramos cada una
De la base:
- Trituramos las galletas por completo y las ponemos en un bol.
- Fundimos la mantequilla en el micro y la añadimos a las galletas. Trabajamos un poco con las manos bien limpias para que se mezcle bien. Veréis que la galleta queda un poco suelta, pero tranquilos todos que no se desmorona al servir; queda integrada en el punto justo para que no quede en plan mazacote. Y aquí un inciso. Hasta hace bien poco detestaba las bases de galleta para tarta. No porque no me gustase el sabor, sino porque quedaba como una especie de argamasa que amenazaba con quedarse atascada antes de llegar al estómago. Pero mira tú por dónde, que he dado con esta proporción de galletas y mantequilla que queda absolutamente fabulosa.
- Vertemos en el molde desmoldable y lo vamos apretando con las manos hasta que quede lo más igualado posible y bien ajustado a los laterales. Reservamos en la nevera para que se endurezca mientras preparamos la mousse.
- En un cazo ponemos a calentar el queso de untar, el azúcar, la leche, el zumo y la ralladura de limón. Lo ponemos a fuego medio y vamos removiendo hasta que se disuelva el queso y quede todo perfectamente mezclado. Apartamos del fuego y reservamos.
- En un plato hondo ponemos un poco de agua fría e introducimos las hojas de gelatina un par de minutos para que se hidraten. Las escurrimos bien y las añadimos al contenido del cazo. Con una varilla de mano removemos hasta que la gelatina se haya disuelto completamente. Reservamos.
- Montamos la nata, que como ya sabréis, para que monte tiene que estar bien fría.
- Ponemos en un bol el contenido del cazo y añadimos la nata. Mezclamos suavemente con movimientos envolventes.
- Sacamos el molde de la nevera y vertemos la mousse con cuidado. Dejamos que cuaje en la nevera como mínimo unas 4 horas.
- Ponemos todo el contenido del tarro de mermelada en el vaso de la túrmix y trituramos hasta que quede una especie de crema sedosa, sin ningún grumo.
- En un cazo ponemos el agua con el zumo de medio limón a calentar. Ponedlo a fuego medio-bajo porque al haber tan poco contenido, cuando os deis cuenta se habrá evaporado.
- En un plato hondo, con un poco de agua fría, ponemos a hidratar las hojas de gelatina un par de minutos. Las escurrimos bien y las añadimos al cazo. Con una varilla de mano removemos bien hasta que se disuelva por completo. Lo añadimos al vaso de la túrmix donde tenemos la mermelada y removemos hasta tenerlo todo bien mezclado.
- Vertemos sobre el molde donde ya tendremos la mousse cuajada. Reservamos de nuevo en la nevera hasta que cuaje, que como mínimo serán un par de horas.
- Decoramos al gusto y ¡lista!
Info: A esta tarta le va muy bien que la sirváis semifría. La podéis meter unas 2 ó 3 horas antes en el congelador, y unos 5 minutos antes de servir, la sacáis, la desmoldáis y os queda de lujo.