Cómo me gusta el encaje! Me gusta en vestidos, pero me encanta en las tartas! Además, cada vez está más de moda. Para tartas románticas es una apuesta segura, no necesitas nada más, porque el encaje le da tanta importancia a la tarta que, para mí gusto, es suficiente.
Tenía muchísimas ganas de poner encaje en mis tartas, había usado encaje de verdad en una tarta de boda y me encantó el resultado pero el hecho de hacer una tarta con encaje comestible es mucho mejor!
Esta tarta era perfecta para probar el encaje, era para celebrar un 55 aniversario de boda, qué motivo más romántico qué ese podría haber? Y además, como Noelia me dio total libertad para crear pues hayá que me lancé.
He de decir que mi primera toma de contacto con el encaje comestible ha sido gracias a Silikomart y a la colaboración que ha establecido con este blog, así que, mil gracias!
La elaboración del encaje es súper sencilla, necesitas la mezcla Tricot mix y el molde de encaje, en mi caso he usado el modelo TRD05 Fantasy. Mezclas el preparado con agua en las proporciones que indica el paquete y repartes la masa sobre el tapete de encaje. Pasas una espátula para eliminar el exceso de masa y metes el tapete en el horno a 80ºC durante 10-15 min. Dejas enfriar y después, con cuidado, despegas tu encaje. Listo! Ya puedes colocarlo sobre tu tarta con ayuda de un poquito de agua, pegamento comestible o glasa.
Y queda así de bonito:
Una tarta romántica y con un aire muy vintage!