Empezamos cocinando dos bizcochos de zanahoria con forma rectangular, que laminamos y rellenamos con una crema de queso riquísima.
Pero no creáis que malgastamos nada, noooooo!!! esos recortes los mezclamos con otro poco de crema de queso y formamos una masa tipo cake pop, con la que hicimos dos montañitas... adivináis qué serán??
Para dar más sensación de realismo, utilizamos un texturizador en las piezas que iban a formar el corpiño. Los pliegues del escote los hicimos con antelación y los dejamos secar con unos palillos de piruleta (valen también trocitos de servilleta enrollada) dentro para que mantuvieran la forma.
Ni que decir tiene que la tarta tuvo un éxito rotundo, sobre todo entre los hombres... Está claro que, para que todo salga bien, hay que tomarse el trabajo muy a pecho!! jejeje