Cuando publiqué la receta anterior pensé que ya se iba a relajar todo e iba a disponer de más tiempo para dedicar al ordenador, craso error. Pero aunque estoy muy liada últimamente hoy me tomo un ratito para dedicar a mi blog que si no se me va todo al traste.
En el mes de julio es cuando los cerezos silvestres de mi aldea están a tope de cerezas, preciosos, resaltando el color de este magnífico fruto visten a los frutales de fiesta. Cogí una cesta con más o menos un kilo y tenía claro que quería hacer una tarta. Luego se presentó mi cuñada con una bolsa de gofio que le había regalado una amiga canaria. Pues no sé si quedará bien la masa quebrada con esta harina, le dije, no la he utilizado nunca, y además yo no la hago con mantequilla sino con aceite de oliva. Pues esta es la ocasión. Y así fue, aunque me costó ligar la masa quebrada me gustó mucho el resultado. Y aunque ya no es tiempo de cerezas da gusto verlas verdad?, y más allí, en el campito, que gusto me da ver estas fotografías. Espero que os guste.
INGREDIENTES
*Para la masa quebrada de gofio
-200g de harina de gofio
-70g de aceite de oliva
-150ml de agua fría
-50g de azúcar
*Para el relleno
-1/2 kilo de cerezas deshuesadas
-un vaso tamaño agua de leche condensada O% grasa
-3 huevos tamaño L
-100g de almendras al natural molidas
-la ralladura de medio limón
*Para la salsa de cerezas
-1/2 kilo de cerezas
-cinco cucharadas soperas de azúcar
-medio vaso de agua
-el zumo de medio limón
PREPARACIÓN
Lo primero quiero enseñaros como están a últimos de julio los cerezos silvestres de mi aldea, es una gozada ir a recolectar, aunque una tarea algo difícil pues están muy altas algunas, como siempre, las mejores.
Lo primerísimo será sentarse con mucha paciencia a deshuesar las cerezas, estas se tarda más al ser pequeñitas pero de todos modos hay que echar un rato en esta tarea. Estas son todas las que cogí, un kilo ciento y pico.
La mitad, deshuesadas
Después haremos la masa quebrada. Con esta harina no ligaba muy bien y necesité poner más agua de la que normalmente utilizo para esta masa. En un bol grande ponemos la harina y el aceite y lo mezclamos con la mano mientras la otra mano limpia sujeta el cuenco.
Mezclamos bien y echamos un poco del agua. Veremos que la absorbe enseguida e iremos poniendo agua y moviendo la masa hasta que veamos que obtenemos una masa que se puede modelar un poco pero que es quebradiza si la intentamos estirar.
Lo bueno de esta masa es que al hacerla con aceite de oliva en vez de mantequilla no necesita estar media hora en el frigorífico sino que se puede utilizar inmediatamente.En un molde desmontable de 25cm ponemos la bola y la vamos estirando con las manos, pues con el rodillo no se puede, se rompe toda. Cuando lleguemos al borde poco a poco conseguiremos que vaya cediendo y así que suba por los laterales hasta que tenga una altura de dos dedos o así. Con el mango de un cuchillo iremos igualando un poco todo el borde de la masa en la medida de lo posible. Así ha quedado, al estilo rústico.
Tapamos con un paño limpio y hacemos el relleno. En un cuenco ponemos los huevos y los batimos bien, añadimos la leche condensada, mezclamos añadimos las almendras molidas en la picadora y la ralladura de limón.
Vertemos el relleno sobre la tarta y a continuación repartimos las cerezas deshuesadas sobre toda la superficie.
Y finalmente llevamos la tarta al horno a 180º calor arriba y abajo y la tendremos hasta ver la superficie ligeramente dorada, esto será unos 35 o 40 minutos. Mientras, en ese tiempo haremos la salsa de cereza. En un cazo ponemos las cerecitas enteras bien lavadas, medio vaso de agua y el zumo de limón.
Dejamos cocer la fruta quince minutos y echamos el azúcar. Movemos bien de vez en cuando y bajamos un poco el fuego. Lo tendremos cociendo otros diez minutos. Estas no las he deshuesado porque como tiene los huesos muy pequeños me dejará pasarlo por el pasapuré quedándose ahí todos. Pasado ese tiempo apagamos el fuego y pasamos la salsa por el pasapurés. Esto es lo que ha salido, medio tazón.
Dejamos enfriar, sacamos la tarta del horno al comprobar que ya está lista. Dejamos templar y desmoldamos con cuidado. La masa quebrada al llevar aceite de oliva no se pega nada, se desmolda muy fácilmente.
Me ha sorprendido el sabor de esta harina, no sé para que más se puede utilizar pero ya buscaré información porque tengo un paquete bastante grande. Espero que os haya gustado.