Con el titulo de este post seguramente estarás esperando una receta compuesta de harina, huevos y cerveza. Pero en realidad quiero compartir el regalo que le hicimos a mi marido para el día del padre. Sé que ya ha pasado este día tan señalado pero para futuras referencias o hasta para un regalo de cumpleaños puede servir.
Mis hijos y yo salimos a comprar un regalo para mi esposo. Cuando llegamos al supermercado les pregunte a los niños que creían ellos que le iba gustar a su padre. Mi hijo pequeño sugiero cerveza. Cosa que en un principio descarte ya que no creía “correcto” que unos niños menores de edad regalaran a su padre bebidas alcohólicas. Mi hijo mayor sugiero un juego llamado ‘Halo 4’. Le pregunte porque querían regalarle un juego de guerra. A lo que contesta el pequeño con mucha determinación: Es que a papá le gustan las guerras. Yo miro a un lado y a otro con la esperanza de que nadie este escuchando esta conversación porque desde fuera parecería que sus progenitores no eran buena influencia en estos chicos.
Nos dirigimos a la sección de perfumería y empecé a enseñar productos de afeitado, higiene y perfume. La actitud de los niños en este momento era aburrida y desinteresada. En ese momento me encontré con una amiga y madre de un amigo de colegio de Julio. Estuvimos hablando un rato y le explique nuestro cometido en el supermercado. También le comente sobre la anécdota de Julio diciendo que quería regalarle a su padre cerveza. Ella me animo a que hiciera lo que pedía el niño ya que le haría más ilusión a ellos y por supuesto a mi marido.
Así que ni corta ni perezosa nos dirigimos a la sección de bebidas alcohólicas pero antes recogiendo algunos productos de higiene que sabia que le haría falta al padre.
Allí en el pasillo Sergio y yo seleccionamos y contabilizamos las cervezas que nos llevaríamos. Y en un instante se me encendió esa bombilla que todos tenemos pero a veces que es de bajo consumo y tarda en iluminarse con fuerza.
¡Porque no hacia una tarta de cerveza! Yo había visto esta idea en varias ocasiones en Pinteres.com y navegando por la web. Así que contamos las cervezas que necesitaríamos para hacer una tarta de latas de cerveza de dos plantas. También cogimos una botella para que hiciera de pilar y las chucherías favoritas de mi marido como colofón.
Cuando llegamos a casa recortamos dos bases de cartón de 2 tamaños diferentes. El cartón que habíamos cogido del supermercado era de las cajas de cerveza.
Colocamos la botella en el centro y la rodeamos con las latas. Hicimos un pequeño corte en la base de cartón más pequeño y ensartamos la botella. Terminado de colocar un segundo piso de cervezas. Nosotros usamos otra marca y formato ya que es la que habían elegido los niños, sabiendo yo que era una de las que mas le gustaba a mi marido.
Añadimos algunos detalles como crema de afeitar, desodorante y como guinda al pastel las chucherías.
Para mantener todo unido usamos cinta adhesiva transparente que intentamos disimular con cinta de regalo.
Al final estaban orgullosos del regalo, contentos de haberlo elaborado y felices de ver la cara de sorpresa de su padre.
Le quiero dar la gracias a mi amiga ‘G’ que me animo y me dio la nota de aprobación. Si no llega ser por ella. También sé que mi marido le da las gracias. ;-)
Rebecca