El caso es que para celebrar el cumple de Rufino le preparé una tarta de chocolate blanco que sé que le encanta. Era la primera vez que la hacía y tenía miedo de que fuese demasiado empalagosa, pero quedó realmente buena, sobre todo de textura. Es cierto que, al ser un sabor muy potente y dulce, hay que servir raciones pequeñas, pero no llega a cansar como otras tartas. Si sois golosos, os volverá locos.
TARTA DE CHOCOLATE BLANCO
PARA LA MASA: 200 grs de chocolate blanco Nestlé postres; 150 grs de azúcar; 200 grs de mantequilla; 5 huevos; 1 cucharada de harina; 1 cucharadita de café soluble (le da un sabor estupendo); 1 pizca de sal. PARA LA COBERTURA: 150 grs de chocolate blanco; 50 grs de mantequilla; 30 grs de nata; 1 cucharada de miel. PARA DECORAR: Lascas de chocolate blanco (Lidl)
Ponemos el chocolate troceado con la mantequilla en trocitos en un bol y lo metemos al microondas unos dos minutos (parándolo de vez en cuando para evitar que se queme) hasta que se funda. Añadimos los huevos de uno en uno, la harina, el azúcar y el café y batimos hasta obtener una masa fina y homogénea. Vertemos sobre un molde forrado con papel vegetal y horneamos a 160º durante 35 minutos. Si lo pincháis para ver si está listo, veréis que el palito sale manchado, no pasa nada, sacadla del horno aún así. Dejamos enfriar y desmoldamos. Elaboramos la cobertura poniendo el chocolate, la mantequilla, la nata y la miel en un bol y metiéndolo al micro otros dos minutos. Vertemos sobre la tarta extendiéndolo con la ayuda de una espátula de cocina. Antes de que se enfríe el chocolate decoramos con lascas de chocolate blanco, las podéis encontrar en Lidl fácilmente. Metemos en la nevera para que el chocolate se ponga duro aproximadamente una hora como mínimo antes de servir. La foto que os pongo no es gran cosa, no tengo fotos de ella partida, no me parecía muy apropiado ponerme a hacer fotos de mi tarta en la fiesta, pero creo que esta os servirá para haceros una idea:
¡Feliz Domingo!