Queremos compartir la alegría que supone cumplir un año de actividad constante en la red.
Este primer año de elmitodelsofrito nos ha revolucionado el gallinero. Hemos enrolado en nuestras filas a nuestros maridos, que por cierto, nos tememos que algunos hayan aumentado una talla, pero a nosotras nos gustan las curvas de la felicidad! Nos han ayudado dando ideas, siguiendo de cerca nuestro trabajo, haciendo algunas fotos... Gracias a los cuatro por vuestra complicidad y paciencia!
Ha sido un añito de blog que nos ha deparado mucha alegría en la cocina y momentos muy salaos y otros muy pero que muy dulces, tanto como la tarta de chocolate blanco que hoy os traemos para celebrarlo.
Y ahora, a seguir trabajando!
Ingredientes para la masa quebrada
- 75 gr. de almendra molida
- 125 gr. de harina de repostería
- 100 gr. de mantequilla bien fría
- 100 gr. de azúcar
- 1 huevo batido para pincelar la masa
- recomendamos un molde desmontable de 26 cm de diámetro
Ingredientes para la crema de chocolate
- 250 gr. de chocolate blanco (nosotras Nestlé postres)
- 150 gr. de queso Mascarpone
- 200 ml. de nata para montar (35% de materia grasa)
- 80 gr. de mantequilla
En un bol grande mezcláis todos los ingredientes excepto el huevo. Para facilitar la tarea poned la mantequilla cortada en daditos. Amasáis con las manos hasta que estén bien mezclados, ya veréis que no os resultará difícil ya que la oleosidad de la almendra y la mantequilla ayudan mucho. No necesita un amasado excesivo.
Hacéis una bola con la masa, la aplanáis un poco, la envolvéis en papel film y la metéis en la nevera durante media hora para que la mantequilla recupere frío.
Engrasáis el molde con un poco de mantequilla y lo guardáis en la nevera.
Pasada la media hora, sacáis la masa y la colocáis entre dos papeles de horno para poder estirarla con el rodillo y dejarla finita.
Ahora toca forrar el molde. No desesperéis en esta tarea, que al final queda bien.
Al trasladar la masa ya estirada al molde se os romperá... pero no os preocupéis. Ponéis la que podáis y los huecos los rellenáis con trozos de masa manejándola como si de plastilina se tratara. Intentad dejar el mismo grosor en la base y en las paredes del molde.
Reconocemos que la primera vez que haces esta masa te provoca un poco de nerviosismo, que se te pasa al instante cuando ves que es un gustito poder recolocarla en plan manualidad de primaria y te queda perfectamente instalada en su molde y te dan matrícula de honor en 1º de Plastilina. Vaya, que al final queda bien sí o sí.
Bueno, cuando el molde esté remonísimamente forrado le pasáis el dedo mojado con agua por todo el borde, así evitaréis que la masa se vaya abajo al meterla en el horno.
La pincháis con un tenedor, así no subirá.
La pinceláis con el huevo batido, así cogerá un colorcito dorado. No es necesario ponerle ningún tipo de peso encima, que no sube... y si sube un poquito, baja sola!
Momento horno: tenedlo precalentado a 200º. Pero cuando metáis la masa lo bajáis a 180º y la dejáis durante 18 ó 20 minutos. Siempre vigilando que cada horno tiene su personalidad.
Ahora toca la crema de chocolate.
En un cazo ponéis la mantequilla, el chocolate en trocitos y lo fundís al baño María. Una vez fundido agregáis la nata (sin montar eh!), calentáis el conjunto sin que llegue a hervir en ningún momento. Lo retiráis del fuego e incorporáis el queso mascarpone y lo mezcláis con las varillas manuales.
Rellenáis la base de masa quebrada con la crema de chocolate y la lleváis a la nevera un mínimo de 2 horas para que quede bien cuajada.
Si queréis hacerla de un día para otro no hay problema, la masa quebrada seguirá en buen estado.
En fin, nosotras hemos celebrado nuestro cumple zampándonos todita la tarta, bueno, menos las flores que eran de adorno!
Ah! y nos damos asueto esta semana, el próximo jueves descansamos... que es el Día del Trabajador!!!