Tarta de chocolate con merengue de avellanas

Publicado el 15 mayo 2014 por Elmitodelsofrito @mitodelsofrito
Si el chocolate os priva el sentido, si tenéis un punto de espíritu de ardilla, esta es vuestra tarta.La receta es de Martha Stewart, esa mujer! Pero fue el año pasado cuando encontramos en el blog de Lola en la cocina la foto sugerente de una preciosidad con aspecto rústico coronada con una capa de merengue tostadito que decía: "...ven, que te voy a gustar mucho" y caímos en la tentación, gracias a Dios!   
Cuantas alegrías nos ha dado la "preciosidad" en cuestión. Por cierto, si la preparáis con antelación hasta casi está mejor. Eso desactiva mucho el pánico escénico si eres novatillo.

Ingredientes (para unas 8 ó 10 personas)
Para hacer el bizcocho
  • 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 340 gr. de chocolate para fundir (nosotras, Nestlé Postres)
  • 150 gr. de azúcar moreno
  • 6 huevos a temperatura ambiente
  • 1 y 1/2 cucharadas de Frangelico (licor de avellanas)
  • 1 y 1/2 cucharadas de extracto de vainilla
  • un poco de mantequilla para engrasar el molde
  • papel de horno

Para hacer el merengue
  • las claras de 3 huevos
  • 145 gr. de azúcar
  • 115 gr. de chocolate picadito
  • 115 gr. de avellanas picadas
  • 1 cucharada sopera rasa de Maizena

Os vendrá bien usar un molde desmontable de unos 25 ó 26 cm. También es posible uno de 20 cm, en cuyo caso la tarta os quedará más alta.
Y como siempre, tened todos los ingredientes a la vista, pesados y medidos. Los utensilios también a la vista y preparados para el combate.
Primero, el bizcocho.
Separáis las claras de las yemas.
Engrasáis el molde que hayáis elegido, os aconsejo que pongáis papel de horno en la base del molde. Lo guardáis en la nevera (es un truquito para que la base del bizcocho no corra peligro de achicharramiento) 
Fundís el chocolate y cuando esté fundido lo mantenéis templado.
Tened un bol y las varillas de la batidora a punto para montar las claras, que habrá que correr cuando lleguéis a ese momento.
En un bol mezcláis la mantequilla y el azúcar moreno, con la ayuda de unas varillas ó una espátula lo batís hasta que quede cremoso.
Vais añadiendo a la mezcla anterior las yemas de huevo, de una en una (hasta que la anterior no esté bien integrada no incorporéis la siguiente).
Añadís el chocolate fundido -que no esté caliente-, el licor de avellanas y el extracto de vainilla. Mezcláis sin violencia.
Ahora el momento que os decía antes, a correr sin perder tiempo!
Precalentáis el horno a 180º
Levantáis las claras a punto de nieve. Las añadís a todo lo anterior mezclándolo con una espátula y con cariñín, suavemente, para que no bajen mucho. Lo ponéis en el molde y lo horneáis durante 25 ó 30 minutos, a 180º calor arriba y abajo y sin aire.
Nota: no apaguéis el horno cuando saquéis el bizcocho, que lo vais a seguir necesitando.
Ahora el merengue.
Lo preparáis mientras el bizcocho está horneándose. Si nos habéis hecho caso al principio, da tiempo de sobra.
En un bol batís las 3 claras con las varillas de la batidora. Cuando estén levantadas vais añadiendo el azúcar poco a poco mientras seguís batiendo hasta que estén firmes.
Incorporáis el chocolate picadito, las avellanas y la Maizena tamizada, con una espátula lo mezcláis con cuidado para que el merengue no se os venga abajo.
Cuando el bizcocho esté listo, lo sacáis y lo cubrís con el merengue. Lo volvéis a meter en el horno unos 25 ó 30 minutos, hasta que el merengue esté dorado, NO quemado. Vigilad, que cada horno tiene su vida propia!
Lo sacáis del horno, dejáis reposar unos 10 minutos. Despegáis del molde las paredes del bizcocho con un cuchillo y desmoldáis. Si se os quiebra el merengue no os preocupéis, es parte del encanto de la tarta!
Tengo que decir que mientras escribía la receta he ido varias veces a la despensa a comprobar si tenía los ingredientes, porque esta tarta a la que le coges el tranquillo no es complicada y es tan buena que la hemos hecho muchas veces para la parroquia chocolatera. Quedan encantados siempre y esperando la siguiente ocasión. 
En la foto de arriba la hicimos con un molde de 20 cm. y en la de abajo con uno de 26 cm.
Os hemos puesto las dos últimas que hemos hecho y como podéis apreciar nunca hay dos iguales.

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