Hacer una tarta fondant sólo requiere un poco de paciencia...
Hacer una tarta fondant para alguien a quien no conoces es ¡¡¡tremendamente difícil!!!
Cuando un amigo me encargó una tarta para el 40 cumpleaños de su novia, me encantó la idea. Primero hablamos de cosas básicas como los sabores, rellenos, etc., pero cuando le pregunté cómo quería la tarta... "No tengo ni idea", me dijo. "¿Quéeeeeeeee?", le dije. Y entonces empezó el interrogatorio: ¿A qué se dedica? ¿Le gusta la tecnología? ¿Hobbies?... y un largo etc. "Aaaahhhh, le encantan los bolsos de LOEWE", dijo de repente. Ummmmm, me estaba frotando las manos porque ¡¡¡a mi también!!!
Así que... manos a la obra y a empezar a diseñar esa tarta-bolso tan especial, porque cumplir 40 años es un momento muy señalado en la vida y a mi me habían encargado el momento ¡¡¡¡sorpresa!!!
Todas las piezas llevaban dos manos de pintura para que el tono se asemejara al del metal.
Para la base utilicé cartón pluma que es muy resistente y además no pesa nada (la tarta ya pesaba lo suyo) y lo forré con una cartulina dorada mate.
Dos días antes hice el logo y las letras que pondría en la base, así como las asas del bolso que también reforcé con alambre. Para hacer el logo, utilicé una plantilla que saqué de Internet, imprimí y luego corté en cartón. Tanto las letras como el logo los hice con fondant marrón "sabor cacao".
El día antes horneé unos cupcakes de chocolate y utilicé uno de ellos, cubriéndolo con fondant texturizado para colocara la velita y una mariposilla. ¿Os había dicho que me encantan las mariposas?
Ya estaba casi todo lo accesorio hecho. Sólo quedaba la tarta: bizcocho de chocolate, mojado con almíbar de chocolate, relleno con mermelada de naranja amarga y cubierto de... ¡¡¡más chocolate!!! y fijado a la base con icing.
Luego cubrí la parte delantera y trasera de la tarta con fondant blanco de Fun Cakes y pegué el logo con un poco de icing disuelto en agua (parecía cola blanca).
Posteriormente coloqué la parte central de la cremallera montando después dos tiras de fondant a los lados. Los dientes de la cremallera los hice con uno de los marcadores de pespuntes de Wilton.
Luego monté los laterales, también con su pespunte y los refuerzos de las esquinas.
Finalmente coloqué el borde exterior para tapar las uniones y las argollas para poder clavar las asas del bolso que iban enganchadas a los laterales.
Ya sólo quedaba colocar los accesorios que había hecho con antelación, menos el colgante donde iba guardada la llave del candadito que lo hice en el momento.
"Me encanta el resultado. Espero que a Isabel también", eso pensé... ¡¡¡A la cama que es muy tarde!!!
Al día siguiente envolví la tarta con celofán y la puse un lazo. ¡¡¡Lista para regalar!!!
Destino: el Restaurante Zalacaín, lugar de la celebración.