La semana pasada os recomendábamos dejar de lado el chocolate por la fruta, pero no hemos sido capaces de cumplir esa promesa y hoy os traemos esta magnífica Tarta de dos chocolates. Es decir, hecha con una base de galleta y chocolate negro y por encima, una deliciosa capa de chocolate blanco. Quién puede resistirse a ella, porque nosotr@s desde luego que no.
- 200g de chocolate negro.
- 200g de chocolate blanco.
- 1 paquete de galletas.
- 2 láminas de gelatina.
- 200ml de nata.
- 100g mantequilla.
Primero. Trituramos todas las galletas y fundimos la mantequilla con el chocolate negro. Al unirlo todo comprobaremos que se queda una masa estupenda, que extenderemos por todo el molde, previamente forrado con papel de horno. Luego lo meteremos en la nevera para que la base se endurezca.
Segundo. Cogemos un cazo y vertemos sobre él la nata, luego lo ponemos a fuego lento hasta que empiece a hervir. Cuando llegue ese momento, lo quitamos de los fogones y echamos el chocolate blanco. Removeremos bien hasta que quede una crema bien homogénea y en ese momento también aprovechamos para verter las láminas de gelatina, hidratadas con anterioridad.
Tercero. Cuando terminemos la mezcla, sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema obtenida sobre él. Esperamos a que se enfríe y volvemos a meter la tarta en el frigorífico durante unas 3-4 horas. Aunque, os aconsejamos que lo dejéis toda una noche.
Finalmente, procedemos al desmolde de la tarta con mucho cuidado con un cuchillo y después a su decoración. Podéis optar por cualquier tipo de topping, aquí lo que se premia en la creatividad y sobre todo, poner sobre ella algo que os guste.
Esperamos que os haya gustado este nuevo truco y por favor no dudéis en comentarlo. También deciros que estamos presentes en infinidad de redes sociales: Twitter, Facebook, Pinterest, etc., (columna de la derecha) y nos gustaría teneros allí también. Os esperamos en la próxima, aquí, en Recetas de Azúcar y Orégano.
Texto e Imágenes: PROPIAS