En este caso utilicé una de mis frutas favoritas pero al no ser de temporada en ese momento tuve que probar con un bote de fresas en almíbar que encontré en carrefour.
El resultado os puedo garantizar que salió buenísimo, el almíbar le da un toque a compota muy sabroso y sobretodo el punto justo de dulzor.
Cuando trabajéis con este tipo de masa ("sucrée") es importante tener en cuenta que es muy frágil y se rompe fácilmente así que os aconsejo manipularla encima de superficies muy frías (por ejemplo en la misma bandeja en que la habéis enfriado podéis cortarla y ponerla en el molde).
Además si os sobra un poco de masa podéis aprovecharla para hacer unas deliciosas galletas de almendra. Tan sólo tenéis que disponer de algún cortador y utilizarlo también encima de la bandeja fría. Después deberéis hornearlas unos 12-15 minutos hasta que los bordes se empiecen a dorar.
Como siempre para hacer las fotos de los cortes lo tengo un poco difícil porque son tartas que llevo para comer en otras casas. Así que intento quedarme con un pedacito para cuando vuelva poder hacer la foto de rigor al día siguiente, y claro no es lo mismo pero por lo menos os hacéis una idea.
Con este post participo en la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs.