También tengo vicio con las fresas y con las tartas de queso. Yo no sé las cajas de fresas que tengo en casa para reciclar, decorar, forrar, pintar...
Ahora he cogido la costumbre de que cada vez que vamos a Madrid a comer a casa de mis padres, y esto suele ser cada quince días, llevamos el postre, que casi siempre suele ser una tarta.
Tengo un número interminable de recetas pendientes en la lista "TO DO", que no hace nada más que crecer y crecer, ya que hago una receta pero incorporo tres nuevas.
Ingredientes
Para la base
- 80 gr. de mantequilla (derretida)
- 250 gr. de galletas Digestive (trituradas)
Para el relleno
- 250 gr. de queso mascarpone
- 2 cucharadas de azúcar glas
- 250 gr. de fresas
- 1 huevo tamaño L
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Preparamos la base mezclando la mantequilla y las galletas hasta obtener una pasta que extenderemos en el molde presionando en el fondo y las paredes. Metemos el molde en el frigorífico una hora.
Para preparar el relleno, separamos la yema de la clara. Batimos la clara con el azúcar glas. A continuación añadimos el queso y la vainilla.
En un bol aparte montamos la clara a punto de nieve y se la añadimos a la mezcla anterior. Mezclamos bien y cubrimos con la crema la base de galletas. Adornamos por encima con fresas cortadas en cuartos y enteras.
La metemos en la nevera y la sacaremos unos veinte minutos antes de tomarla.
Estaba pensando hacer un post "Especial fresas" jajajjajaja. Es que me gustan tanto... y hay que aprovechar ahora que es temporada. El resto del año nos tenemos que conformar con las congeladas y claro, no es lo mismo.
Tampoco os quejaréis que esta tarta podría denominarse "Express & Easy" porque no necesita horno ni horas de espera en el frigorífico y más fácil de hacer, imposible.
En esta ocasión, y como no la comimos en casa, no hice una foto del corte, pero si os fiáis de mi, os diré que estaba suave y deliciosa.
¿A que os están entrando unas ganas horrorosas de hacerla?