Tarta de naranjas del valle

Por Recetasalicia

Ingredientes:


- Hojaldre.- Harina 75 g.- Azúcar 125 g.- Leche 250 ml.- Naranjas, su zumo y sus ralladuras, 2.- Huevos 3 yemas y uno entero para barnizar.- Sal un poco.- Mantequilla una cucharadita.


Elaboración:


Encended el horno a 200 ºC. Extended el hojaldre con su papel y colocadlo sobre el molde. Pinchar la superficie con un tenedor para que no suba (si queremos asegurarnos de que no va a subir podemos colocar un plato llano resistente en el centro), barnizad los bordes con huevo batido e introducir el hojaldre durante quince minutos. Sacad del horno y reservadlo.

Mientras, podremos ir preparando la crema de naranja. Mezclamos la harina, el azúcar y la sal en un bol. Añadimos poco a poco la leche caliente y batimos bien para evitar grumos. Si a pesar de todo tuviese grumos podemos pasar la batidora.

Sobre el fuego, muy bajo, y en un cazo, removemos hasta que veamos que empieza a espesar, momento en el que añadimos las yemas batidas sin dejar de remover (hay que cuidar este proceso, porque pueden cortarse, por eso hay quien lo hace, para más seguridad, al baño María) y sin subir el fuego. Inmediatamente incorporamos el zumo, la mantequilla y las ralladuras. En cuanto espese retiramos.

Con esta crema cubrimos el hojaldre rasando bien la superficie y decorando con naranja.  Me ha parecido bien barnizarla con gelatina neutra, seguid las instrucciones del envase y terminarla con ella. Metemos en el frigorífico.

Gracias a unos amigos, puedo disfrutar del sabor de estas naranjas del Valle, con las que me he atrevido a "fabricar" esta tarta. Con el deseo de no haber desvirtuado su sabor, y agradecida por el regalo.
El Valle de Lecrín está situado muy próximo a La Alpujarra granadina y también a los pueblos de la Costa. En la primavera se convierte en una bandera bicolor, naranja y amarilla. Todas las tierras de este entorno despiden el olor de sus cítricos y cuando toca, de sus azahares. Se dispersan por la zona molinos antiguos de harina, castillos musulmanes y blancos cortijos. Bonitos lugares para perderse entre naranjos, limoneros y olivos centenarios.