En esta ocasión os presentamos una tarta de chocolate originaria del estado de Missisipi, Estados Unidos. Si os gusta el chocolate esta es vuestra tarta. De momento, su consumo no es delito; pero se conocen ya varios casos de cocineros que han perdido el conocimiento mientras mezclaban tanto chocolate, que algunas autoridades se están planteando prohibirla...
Mientras tanto, aquí tenéis la receta...
Pero... antes de "arremangarnos", un poquito de historia: el Conocimiento es bueno para ejercitar la memoria y, además, no engorda.
Según leemos en wikipedia, el nombre original de esta tarta es "Missisippi Mud Pie" (Tarta de barro del Missisippi). Toma este nombre debido a la capa de chocolate pegajoso que contiene, la cual se asemeja al barro de las orillas del famoso río Missisippi.
Se cree que la receta original se remonta a los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Su composición se basa en una base de chocolate "desmenuzable" cubierta por una capa de chocolate "pegajoso". Se suele tomar acompañada de helado o nata (como en nuestro caso).
Ahora sí, vamos con los ingredientes.
Ingredientes:
Masa:
- 225 gr. de harina de repostería.
- 30 gr. de cacao en polvo sin azúcar.
- 150 gr. de mantequilla sin sal.
- 30 gr. de azúcar glass.
- 1 o 2 cucharadas de agua fría.
Relleno:
- 175 gr. de mantequilla sin sal.
- 250 gr. de azúcar moreno.
- 4 huevos ligeramente batidos.
- 60 gr. de cacao en polvo sin azúcar.
- 150 gr. de chocolate negro.
- 300 ml. de nata líquida.
- 425 ml. de nata para montar.
- Virutas de chocolate (las podemos hacer nosotros. Abajo os explico cómo).
- Gelatina para que la nata "no se nos venga abajo" y se deprima. Esto es opcional.
Comenzamos preparando la base. Para ello, mezclamos en un cuenco la harina y el cacao y los tamizamos juntitos sobre otro cuenco.
Agregamos la mantequilla cortada en pequeños "copos". Es bueno que esté a temperatura ambiente para que nos resulte más fácil mezclarla.
Lo mezclamos todo con las manos (sí, hay que "pringarse") hasta que tengamos algo más o menos duro (una textura similar a la del pan rallado).
Añadimos el azúcar indicado en la receta y el agua necesaria como para obtener una masa suave, Hacemos una bola, la envolvemos con papel film y la metemos 15 minutos en el frigo. Tened en cuenta que luego extenderemos esta masa con el rodillo. Si veis que os queda muy pegajosa, podéis añadir más harina. Tened cuidado y no os paséis: no estamos haciendo pan...
Precalentar el horno a 190º C.
Mientras se enfría la masa, cogemos un molde de unos 22 o 23 centímetros y lo forramos con papel vegetal. Engrasamos base y paredes con mantequilla.
Sacamos la masa del frigo y la extendemos con ayuda de un rodillo. Debemos obtener un "circulo" de mayor diámetro que nuestro molde para que podamos formar el reborde de la base. Cogemos este "círculo" (o sea, la base) y lo acomodamos dentro del molde.
Ponemos otra capa de papel de hornear encima de nuestra base y encima de ella echamos un paquetito de garbanzos o judías.
Metemos el conjunto en el horno durante 15 minutos. Sacamos, retiramos nuestra cubierta de garbanzos o judías y el papel vegetal y volvemos a hornear 10 minutos más.
Sacamos del horno y reservamos.
A continuación preparamos el relleno.
Para ello, comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar. De nuevo, es recomendable que la mantequilla esté a temperatura ambiente.
Seguimos añadiendo poco a poco los huevos (los habremos batido ligeramente con antelación) y el cacao.
Fundimos el chocolate al baño María y lo añadimos a la mezcla. Eh!! Dejad tranquilo a ese chocolate!!! No dejamos de batir y continuamos añadiendo la nata.
Batimos y batimos hasta que todo esté integrado de forma homogénea y sin grumos.
Bajamos la temperatura del horno a 160 ºC. Vertemos la mezcla anterior sobre la base que habíamos reservado e introducimos el conjunto en el horno. En principio hay que empezar a controlar la cocción a partir de los 45 minutos (depende del horno, por ejemplo). Yo la dejé un poco más de 1 hora. El caso es sacar la mezcla del horno cuando veamos que ya está cuajada. Podéis meter un cuchillo dentro. Si sale limpio la masa está más que cuajada. En cualquier caso, recordad que no estamos haciendo bizcocho!!!
Una vez fuera del horno, dejamos enfriar el conjunto y a continuación desmoldamos.
Preparamos la nata montada. Son 425 ml. Para que no se baje podéis emplear el truco de la gelatina. Yo añadí 2 sobres (un total de 20 gr.) de gelatina neutra granulada. Lo hacemos mientras montamos la nata, cuando añadamos el azúcar (30 gr. de azúcar glass aproximadamente).
Os recuerdo que el azúcar y la gelatina para montar la nata son opcionales!!
Añadimos la nata encima de nuestro preparado y metemos en el frigorífico para que vaya cogiendo cuerpo y "solidifique" un poco.
Por último, hacemos unas virutas de chocolate y las añadimos sobre la tarta. Esto de las virutas tiene truco. Os lo explico:
- Para hacer las virutas necesitamos chocolate fundido. Para ello, nos cogemos una tableta del chocolate que más nos guste (yo usé negro al 52%) y lo fundimos (al baño María).
- A continuación vertemos el chocolate fundido sobre una superficie limpia y lisa.
- Con una espátula lo extendemos hasta que tenga menos de un milímetro de grosor.
- Esperamos.
- Esperamos más.
- Cuando el chocolate comience a enfriarse, irá obteniendo una textura más dura. En este momento, con la ayuda de una espátula, comenzamos a rasgar por debajo y a separarlo de la superficie, utilizando movimientos repetitivos. Veréis cómo las virutas se van formando solas.
- Si queremos controlar la anchura de las virutas, cortamos (o marcamos) verticalmente el chocolate cuando se está enfriando sobre la superficie.
Y eso es todo amigos y amigas!!! Si habéis llegado hasta aquí, es porque no os comisteis todo el chocolate cuando lo estabais preparando. Enhorabuena! Ahora a disfrutar de esta tarta de chocolate con nata!!!