Por fin han llegado las buenas temperaturas, las ganas de salir y de pasar tiempo fuera de casa. Ha sido una primavera larga, que a mí personalmente me ha encantado porque adoro el tiempo lluvioso. Yo creo que en otra vida fui inglesa…
Es hora de hacer planes, de aprovechar los días largos, de playa, de paseo, de amigos, de familia. Y ya sea para hacer un picnic o para dejar en casa para comer o cenar, una buena tarta salada es siempre una opción que no falla. Además en esta ocasión es una receta de aprovechamiento. Es muy de verano el pedir pollo asado para comer el Domingo. Al menos en nuestra casa. Y normalmente nos sobra… Porque con el calor no comemos tanto y siempre compramos de más. Bien, pues además de hacer la típica ensalada con las sobras de pollo, tenemos más alternativas.
De verdad, probadla. Es fácil de hacer. Se prepara con antelación. Y está muy buena!!!. Viva el verano!!
ELABORACIONPicamos finamente la cebolla, las setas y el calabacín. En una sartén grande ponemos la cebolla a pochar con un poquito de aceite de oliva virgen extra. Cuando empiece a estar transparente añadimos las setas y el vino blanco. Dejamos que este evapore y las setas se cocinen. Agregamos entonces el calabacín y el orégano. Rectificamos de sal y pimienta. Añadimos el pollo y mezclamos bien. Reservamos.En un bol, batimos los dos huevos con la leche y la mostaza. Echamos la mezcla de pollo y verduras y mezclamos. Reservamos.
Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos un molde de tarta o quiche. Extendemos una lámina de masa filo sobre el mismo y pintamos suavemente con aceite de oliva. Colocamos encima otra lámina y pintamos con aceite. Repetimos la operación hasta disponer 4-5 láminas. Vertemos el relleno y horneamos a 180ºC durante 35-40 minutos con calor arriba y abajo. Se puede tomar tanto caliente como fría. Lo ideal es acompañarla de una ensalada.