De rodillas, con las manos unidas, me confieso.....
¡¡¡No me gusta el POMELOOOOO.....!!!
Pero me pasa como con los mejillones, que siempre tengo que probarlos a ver si me gustan y siempre digo lo mismo: ¡¡Va a ser que no...!!
¿No os ha pasado ninguna vez? ¿No habéis intentado que os guste algo pero no hay manera, a pesar de intentarlo? Pues yo sí. A mí me pasa con los mejillones y con el pomelo. Creo que con nada más que me acuerde, pero a lo mejor hay algo. Ya os lo contaré otro día.
El caso es que este mes en el Reto Dis-fruta de Nunca es demasiado dulce, Cristina de Bizcocheando eligió el pomelo (fruta que yo nunca hubiera elegido, no es por nada, jaja). Y yo, me encuentro con una fruta que no me gusta, y buscando por toda Lima.... pomelo..... Ya estaba desesperada cuando por fin, ...POOMMEEELLLOOOO......
Lo tengo. Es mío. Temporada de pomelo a la vista. ¡A trabajar!
Así, me decidí a hacer una tarta con curd de pomelo. Hice la tartaleta de chocolate para que tuviera contraste con el color del pomelo pero............ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Perdón por la expresión. Es de una persona a la que no le gusta el pomelo. A otra que le guste pues, le encantará. ¡¡¡¡¡Ese curd sabe a rayosssss!!!!!
Y así fue como pasamos al plan B: mezclarlo con una de mis frutas favoritas. La fresa. Y qué rico está ahora. Me lo como a cucharadas. ¡¡¡Ummm!!!
Venga, que te cuento cómo lo he hecho, por si a ti te pasa lo mismo, y me dejo de rollos. Espero que te guste.
TARTA DE POMELO Y FRESAS
Ingredientes:
Para la base de chocolate:
125 gr. de harina
30 gr. de cacao en polvo
2 cucharadas de azúcar
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de girasol
55 gr. de mantequilla sin sal fría
3 cucharadas de agua muy fría
Para el curd de pomelo:
240 ml de zumo de pomelo
100 gr. de azúcar
1 cucharada de ralladura de pomelo
70 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 huevos L
2 yemas de huevo L
1/8 cucharadita de sal
Para el puré de fresas:
175 gr. de fresas sin pedúnculo, lavadas y secas
1 cucharada de maicena
Preparación:
Para la base de chocolate:
- En un bol, mezclamos la harina, el cacao y la sal.
- Añadimos el aceite y removemos hasta que quede una mezcla como arena.
- Echamos la mantequilla partida en láminas pequeñas y con los dedos, vamos mezclando con la harina hasta que tengamos una masa arenosa.
- Añadimos 2 cucharadas de agua fría y removemos con las manos hasta que la masa se una por sí misma. Si vemos que se nos separa, añadimos otra cucharada más de agua y volvemos a mezclar. La masa tiene que quedar suave y que no se pegue. (Yo le puse 3 cucharadas. Es posible que incluso tengas que añadir alguna cucharada más de agua).
- Formamos una bola y la envolvemos en papel de plástico. La metemos en el frigorífico durante 1 hora.
- La sacamos y la estiramos en forma de rectángulo. La doblamos en forma de cartera, es decir, un tercio sobre el tercio de en medio, y el tercio sobrante sobre el anterior.
- Estiramos otra vez con el rodillo y repetimos tres o cuatro veces más.
- Guardamos de nuevo en el frigorífico envuelto en papel de plástico durante unas dos horas mínimo.
- Encendemos el horno a 200 ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
- Sacamos y volvemos a estirar en forma de rectángulo según el tamaño del molde. (El mío era de 12x36 cm).
- Ponemos la masa sobre el molde y vamos ajustando los bordes para que quede bien pegado y coja buena forma.
- Con un tenedor, pinchamos toda la superficie y los laterales.
- Metemos en el horno durante una media hora hasta que veamos que está hecho.
- Sacamos y dejamos que se enfríe completamente antes de rellenar.
Para el curd de pomelo:
- El curd de pomelo tenemos que prepararlo el día antes para que cuando lo usemos esté espeso.
- En un cazo, calentamos el zumo de pomelo hasta reducirlo casi a la mitad. Reservar.
- En un bol, mezclamos el azúcar con la ralladura de pomelo con las manos para que tenga mucho sabor.
- Añadimos la mantequilla y batimos hasta obtener una crema esponjosa.
- Echamos los huevos y la sal hasta que estén bien mezclados.
- Añadimos a la crema el zumo de pomelo sin dejar de batir. Lo pasamos a un cazo y lo calentamos a fuego medio, sin dejar de remover hasta que espese.
- Apartamos del fuego, ponemos en un bol, tapamos con un papel de plástico que toque la superficie y dejamos que se enfríe completamente.
- Lo pasamos al frigorífico hasta el día siguiente que hagamos nuestra tarta.
Para el puré de fresas:
- Batimos las fresas hasta hacerlas puré.
- Las pasamos por un colador.
- Ponemos el puré en un cazo y le añadimos la maicena*. Removemos bien hasta que esté homogéneo.
- Añadimos el curd y mezclamos bien.
- Calentamos un poco hasta que la mezcla esté más espesa.
*Mi curd no quedó muy espeso por eso le eché maicena con las fresas. Si el vuestro queda bastante espeso, pues no tenéis que echarla.
Montaje y decoración:
- Rellenamos la tarta fría con el curd de pomelo y fresas.
- Dejamos enfriar un poco y decoramos con frutas.
- Podemos guardarlo en el frigorífico pero no decorarlo hasta que lo vayáis a servir.
- ¡A disfrutar!
Solo os puedo decir que después de los cambios con la fresa, la tarta es una maravilla. Me ha encantado.
¿Quién quiere un bocadito?
Si queréis ver que han hecho mis compis de reto, os dejo enlace en el logo. Os encantarán.
¡Hasta pronto!
Con esta receta participamos en el "II Concurso de Fresas de Europa". Si queréis participar y mirar su web, podéis visitarla aquí: www.fresasdeeuropa.eu