Tarta De Puerros Y Gorgonzola A La Trufa

Por Martuka @RecetasMartuka


Siempre preparo multitud de tartas saladas, pues me permiten ganar tiempo al  hornearlas con antelación y comerlas así tibias o con un breve golpe de horno.
Esta de hoy es especial. La base no es hojaldre ni masa brisa, sino galletas saladas tipo Crackers, machacadas y unidas con mantequilla. Del puerro ya os hablé en la entrada sobre la genial vichissoise (pincha aquí) y la unión entre esta hortaliza, el queso Gorgonzola y las láminas de trufa resulta incomparable.

Para 6 personas:
  • 250 g de queso fresco (yo añadí queso de Burgos)
  • 200 g de galletas saladas
  • 100 g de mantequilla 
  • 150 g de queso Gorgonzola
  • 5 huevos
  • 1 cucharada sopera de harina
  • 1 frasquito de trufas
  • sal y pimienta

Se meten las galletas en una bolsa de congelación, se cierra y se pasa el rodillo suavemente por encima hasta reducirlas a polvo grueso. Se mezclan con la mantequilla (en pomada o derretida, como queráis) y se convierten en una masa compacta. 
Se forra el fondo de un molde desmontable con la preparación anterior, trepando un poco hasta las paredes, y se deja en la nevera a que endurezca. Se puede hacer esta operación el día anterior, o bien unas horas antes.
Se precalienta el horno con calor arriba y abajo a 180ºC. Se cubre el fondo de una sartén con una pizca de aceite de oliva y se pochan los puerros picados durante unos minutos. Se escurren del aceite y se reservan.
Se mezclan en un bol los dos quesos, se incorporan 4 yemas y un huevo entero y se bate todo el conjunto con las varillas manuales. Se incorporan los puerros, la cucharada de harina, la trufa picada y se salpimenta.
Se baten las claras a punto de nieve con una pizca de sal y se vierten sobre la preparación anterior con movimientos envolventes. Se vuelca la mezcla en el molde, sobre la base de galletas saladas, y se hornea durante unos 40 minutos a 180ºC. A los 20 minutos, aproximadamente, le puse un papel de aluminio sobre la superficie de la tarta, para que no se quemara.
Se desmolda cuando se haya enfriado y se acompaña de una buena ensalada.