TARTA DE QUESO Y CUAJADA CON MERMELADA DE FRUTOS ROJOS (sin horno)

Tarta de queso y cuajada: sencilla, deliciosa y para todos los públicos

Hay postres que conquistan desde el primer bocado y la tarta de queso es, sin duda, uno de ellos. Pero si además le sumamos la cuajada, obtenemos una combinación irresistible que destaca por su textura suave, su sabor delicado y su preparación increíblemente fácil. Y lo mejor de todo: ¡no necesitas encender el horno!

En el mundo de los postres caseros, la tarta de queso y cuajada sin horno se ha convertido en una auténtica estrella. ¿Por qué? Porque reúne tres cosas que todos buscamos: pocos ingredientes, pasos sencillos y resultados espectaculares. Ya seas un experto en la cocina o alguien que se anima con el primer postre, esta tarta está pensada para ti.

¿Qué hace tan especial a la tarta de queso y cuajada?

A diferencia de la clásica tarta de queso horneada, esta versión se apoya en la magia de la cuajada para conseguir esa consistencia perfecta que se deshace en la boca. La cuajada aporta cremosidad sin necesidad de gelatina, lo que resulta ideal para quienes buscan una textura más natural y menos «gomosa».

Otra ventaja es que se puede preparar con ingredientes que probablemente ya tienes en casa: queso crema, leche, azúcar y algún tipo de base como galletas trituradas con mantequilla. Con un poco de paciencia para dejarla enfriar, el resultado es un postre fresco y elegante que funciona igual de bien en una merienda familiar que en una cena con invitados.

Un postre clásico reinventado

Lo maravilloso de la cocina es que siempre está en movimiento, y las tartas de queso no son la excepción. Esta versión con cuajada es una vuelta de tuerca al clásico, adaptada a los tiempos modernos, donde buscamos recetas más rápidas, ligeras y accesibles sin renunciar al sabor.

Además, puedes jugar con sabores y presentaciones: añadir ralladura de limón para un toque cítrico, usar bases de galleta de chocolate o incluso preparar versiones individuales en vasitos, las posibilidades son infinitas.

¿Te animas a probarla?

Si te ha entrado antojo no te pierdas la receta completa paso a paso, te prometo que será un éxito seguro en tu mesa. Ponte el delantal y acompáñame a la cocina, descubrirás cómo hacer esta tarta de queso y cuajada sin horno en menos tiempo del que imaginas.

TARTA DE QUESO Y CUAJADA CON MERMELADA DE FRUTOS ROJOS

INGREDIENTES:

• 2 paquetes de galletas (tipo María)

• 100g de mantequilla

• 400ml de nata para montar / crema de leche

• 350ml de leche

• 2 sobres de cuajada

• 500g de queso crema

• 100g de azúcar

• Mermelada de frutos rojos

PREPARACIÓN:

• Forrar un molde desmontable, de 22 o 25 centímetros, con papel vegetal para facilitar el desmoldado.

• Triturar las galletas, fundir la mantequilla y mezclar ambos ingredientes hasta formar una pasta. Cubrir la base del molde con la preparación, presionando para compactar, y guardar en el frigorífico 15/20′.

• En un bol poner el queso, la cuajada y el azúcar. Batir con varillas para mezclar bien.

• Calentar la nata y la leche. Cuando comiencen a hervir agregar la mezcla de queso, cuajada y azúcar.

• Remover y llevar de nuevo a ebullición.

• Retirar y vaciar la preparación sobre la base de galletas.

• Dejar enfriar a temperatura ambiente y meter en la nevera hasta que cuaje durante 4 o 5 horas (mejor de un día para el otro).

• Cubrir la superficie de la tarta de queso y cuajada con una capa generosa de mermelada y desmoldar.

Ideal para cualquier ocasión

Uno de los grandes atractivos de la tarta de queso y cuajada sin horno es su versatilidad. Se adapta a todas las estaciones y gustos. En verano, puedes decorarla con frutas frescas como fresas, arándanos o mango. En invierno, un toque de mermelada de frutos rojos (como en este caso) o una capa de chocolate si eres muy golos@.

Además, es un postre que no entiende de edades: encanta a los más pequeños por su sabor suave, y a los adultos por su equilibrio perfecto entre dulzor y ligereza. Incluso quienes no son especialmente golosos suelen rendirse ante su encanto.

Cocina sin estrés

Preparar una tarta de queso y cuajada no requiere experiencia ni herramientas complicadas. No hay que batir durante horas, ni preocuparse por que suba o se agriete en el horno. Solo necesitas una nevera y un molde desmontable (aunque con un poco de maña, hasta eso es opcional). La clave está en seguir los pasos con cariño y dejar que el frío haga su trabajo.

Este tipo de recetas también son una excelente oportunidad para cocinar en familia. A los niños les encanta participar, sobre todo en el montaje o la decoración. Déjales que te ayuden a poner la base de galletas y la mermelada, no hay mejor recompensa que ver cómo disfrutan de algo que ayudaron a crear.

Fuente de información: Joseba Arguiñano / Hogarmania 

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