Revista Cocina

Tarta "Feliz jubilación" - Bizcocho de manzana y canela, compota de manzanas variadas y crema de requesón con miel

Por Carolina Sánchez Fernández @SIempredulces

Hoy, justo, es el cumpleaños de mi suegro y quería mostraros una tarta que le hice hace un par de años para celebrar sus 65 años y su tan ansiada jubilación. Por aquel entonces aún no había empezado con el blog, pero como siempre me ha gustado la repostería, me entretenía investigando, haciendo tartas y postres, recopilando recetas y, en definitiva, aprendiendo sobre este noble arte de endulzarle la vida a los que nos rodean.

Tarta

Que no hubiera empezado con el blog, también nos lleva a que las fotos de esta entrada sean un poco bastante malas, ya que las hice con el móvil, sin poner demasiado cariño y únicamente pensando en guardar un recuerdo, no en publicarlas. Espero que podáis disculparlas.

Hombre, ya sé que podía hablaros de otras tartas de las que tuviera mejores fotos, está claro, pero creo que merece la pena que nos centremos en esta super invención de la que estoy orgullosísima de haber creado. Y no es sólo porque estuviera exquisita, sino también, porque mi cuñado, que sólo come tartas de chocolate y de dulce sólo le gusta el chocolate, se comió 2 trozos descomunales.

Os cuento... Cuando creas una nueva tarta y la pruebas, siempre te queda una pequeña incertidumbre de si realmente estará buena, aunque la estés comiendo en ese momento y te esté sabiendo a gloria. Es esa maldita inseguridad de la que es tan difícil librarse. Así que cuando vi que mi cuñado se ponía para merendar un segundo trozo de tarta, el doble de grande que el primero, se desvanecieron todas las dudas y acepté, llena de orgullo, que la tarta estaba descomunal. ¡Qué mayor certeza y qué mayor alegría!.

Tarta

Como casi siempre, la idea sobre los ingredientes de la tarta, se fue formando poco a poco en mi cabeza. En este caso, convergieron dos hechos:

En primer lugar, la época del año en la que estábamos. Por aquellos días andaba probando recetas dulces con ingredientes invernales, como la calabaza, el boniato, etc., y hacía poco que había hecho un bizcocho de manzana con canela del que me acordaba casi a diario, porque estaba tan rico que no me lo quitaba de la cabeza. Además, sabía a chimenea encendida, a mantita en el sofá, a un buen té caliente, a contemplar los días de niebla y lluvia desde el calor del hogar, sintiendo el frío del cristal de la ventana en la cara... Sabía a invierno completamente. Así que, tenía que usarlo, estaba claro.

Y por otro lado, la aparición de un recuerdo infantil. Haciendo la compra me encontré con un bote de requesón en oferta y vinieron a mi memoria esas copas, que preparaba mi madre, de requesón batido bañado en miel. Era uno de mis postres favoritos cuando era canija y no puedo acordarme de él sin empezar a salivar. Ahora mismo voy a apuntar requesón en la lista de la compra... ¡Qué rico!.

Tarta

¡Ya tenía la combinación perfecta!. Con los ingredientes principales definidos, sólo quedaba resolver algunos detalles. Para acompañar al relleno, decidí realizar una compota de manzanas variadas, buscando que aportaran un toque de acidez, más que de dulzor, para que contrastaran con el bizcocho y la miel. Además, siempre me gusta incluir, en el interior de las tartas, una o varias capas distintas a las de la crema, para que la tarta no sea monótona y puedas ir disfrutando de distintos bocados y texturas dentro de una misma porción.

Para conseguir una crema con la suficiente consistencia y más sedosa, decidí mezclar la crema de requesón con miel con nata montada. De esta forma, también conseguí que la crema cundiera un poco más, porque si la hacía sólo a base de queso y miel, iba a tener que usar toneladas de estos ingredientes.

Y por último, para añadirle otra textura que también aportara contraste, decidí cubrir la tarta con granillo de nuez caramelizado. El resultado, ya os digo que fue espectacular. Para mí una de las tartas más ricas que he hecho y que he repetido en más ocasiones, dándole otros aspectos.

Tarta

Espero que os haya gustado y que me contéis alguno de vuestros "inventos" reposteros, esos que tuvieron un éxito inesperado y que se convirtieron en uno de vuestros postres infalibles. Un saludo y ¡hasta la semana que viene!.


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