Los días de frío son los mejores para retomar la buena costumbre de leer libros, especialmente a los que nos gusta cocinar. Revisar los libros preferidos e ir haciendo todas esas recetas que llevan tiempo señaladas, en mi caso con recortes varios, asomando entre sus hojas. Tengo algún libro que parece que tiene cresta con tantos señaladores sobresaliendo por el lomo, jaja.
Hoy le toca a Jamie Oliver, del libro "Las comidas en 30 minutos de Jamie Oliver", cocina muy colorida, rica, rápida de preparar y muy mediterránea.
Yo no le añadiría ningún ingrediente más. Bueno en mi caso le he quitado, concretamente los piñones, cuestión de alergias.
Vamos con ella:
INGREDIENTES:
400 g de espinacas frescas 5 huevos250 g de queso feta100 g de queso cheddar ralladoOrégano seco1 limón1 nuez de mantequilla1 paquete de pasta filo 250 g (8-10 hojas)Pimienta negra molida1 nuez moscada para rallarAceite de oliva virgen Sal
PREPARACION:
Calienta el horno a 200º.
Casca los cinco huevos en un cuenco y bátelos, incorpora el queso feta desmenuzado a groso modo y el cheddar rallado. Añade una pizca de mantequilla y un par de pellizcos de orégano seco, la ralladura de limón y un chorrito de aceite de oliva. Reserva.
Pon al fuego una sartén mediana (unos 26 cm) que pueda ir al horno,añade una cucharada de aceite de oliva virgen y la nuez de mantequilla y cuando se haya derretido incorpora las espinacas. Aplástalas con suavidad y dales vueltas hasta que empiecen a estar tiernas.
Mientras se hacen las espinacas, saca la pasta filo de la nevera. Extiende una hoja de papel de horno, de unos 50 cm de longitud, sobre la encimera, úntala con aceite de oliva y arrúgala, - haz una bola con el papel-, y luego vuelvo a extenderla y alísala. Ahora colocaremos las hojas de pasta filo sobre el papel aceitado. Como la hoja no es cuadrada sino alargada, colocaremos las láminas de pasta filo en forma de cruz, alternando una horizontal, otra en vertical, ya que después pondremos esta base de nuevo dentro de la sartén y tendremos que tapar nuestro pastel con la pasta filo que nos quede en los bordes.
El montaje sería así:
Sobre el papel de horno una primera hoja filo en horizontal y pintamos con aceite. Encima otra en vertical y pintamos de nuevo con aceite. Así hasta acabar con toda la pasta filo. Cuando tengamos la base hecha, la cogeremos con cuidado, ayudándonos del papel de horno y la colocaremos dentro de la sartén, acomodándola bien sobre la base de esta, para que coja la forma de la sartén.
Añadimos ahora las espinacas que estarán ya cocinadas a nuestra mezcla de huevos y queso, rallamos un poco de nuez moscada, a gusto de cada cual, y probamos de sal. El queso feta es un poco salado por lo que os recomiendo siempre probar el punto de sal para no pasarse. Mezclamos bien y vertemos sobre la pasta filo. Repartimos bien para que llegue a toda la base y tapamos con la pasta que sobresale de los lados. Ahora ponemos la sartén a fuego medio durante un par de minutos para que el fondo se cueza. Luego metemos la sartén al horno que tenemos caliente, colócala en la rejilla de en medio y deja que se cueza unos 15-20 minutos o hasta que la masa esté dorada y crujiente.
Y después de esto no queda nada más que disfrutar esta deliciosa tarta salada, llena de sabor.
FELIZ SEMANA