Esta ha sido nuestra primera
tarta de boda, aunque mientras las estábamos haciendo realmente no sabíamos con seguridad si era
para una boda o no. La tarta se fue a Béjar y nos la encargaron Joan y Ana,
junto con la tarta iban 50 cupcakes que ahora os explico de qué eran.
Una tarta de boda es una gran
responsabilidad porque es un día muy importante en la vida de las personas que
te la han encargado, y si encima tienes que hacer un viaje con ella de 80 km todavía
más (gracias que tenemos un conductor fabuloso que no ayuda en estos menesteres,
que no es otro que mi marido). Joan y Ana tenían muy claro como querían que
fuese su tarta exteriormente, nos enviaron una foto de una que les había gustado
y nosotras le hicimos algo similar pero a nuestra manera. En cuanto al sabor de
la misma la cosa estuvo algo más complicada, pero al final se decidieron por un
bizcocho de chocolate blanco con un relleno de buttercream de toffe.
Para el bizcocho hemos usado un
Devil’s Food cake pero de chocolate blanco, podéis encontrar la receta aquí.
Lo hemos bañado como siempre con
un almíbar (en este caso simple sin nada más).
Relleno de buttercream de toffe
que hemos preparado igual que la de chocolate que podéis encontrar aquí
pero con toffe (receta aquí)
en vez de chocolate.
Para la boda también había 25
cupcakes de mango y 25 cupcakes de zanahoria, los de mango iban decorados con
una flor en fondant y los de zanahorias con una buttercream
de chocolate blanco y un pensamiento enano (viola), en conjunto quedó todo
muy bonito, espero que os guste.