Tarta helada de wafers y crema de avellanas

Por Elfwen

¡Hola a todos! Regreso después de pasar unos días libres y volver a la rutina en este verano tan ajetreado a que llevo. Tuve la oportunidad de escaparme a Vejer de la Frontera, conocido como uno de los pueblos blancos de Cádiz, donde disfrutamos de una experiencia muy agradable tanto en gastronomía, de origen árabe en muchos de los lugares, y la oportunidad de vivir unas horas de relax en un Hamman o balneario árabe. Es increíble cómo la música se funde con el ambiente y las aguas de aquel lugar...culminado con un delicioso té a la menta...pienso repetir más veces. 

En estos días libres, además de la escapada, también tuve la oportunidad de elaborar este postre helado, que más que un postre, resultó ser la tarta de mi cumpleaños. Como bien sabéis, las temperaturas no nos están dando tregua y la idea de encender el horno me daba algo de pavor, así que opté por hacer una tarta helada de wafers y crema de chocolate y avellanas. 

Soy muy fan de la avellana o nocciole, como se conoce en Italia. Y ya si hablamos de la gianduja, que es una versión más concentrada con chocolate fundido que dio origen a la Nutella entre otras cremas, ya ni hablemos. Quise añadir crema de chocolate y avellanas porque me encanta y galletas wafers que le dan un toque crujiente espectacular al helado. 

La otra capa es de vainilla y no añado mucha azúcar para que no resulte empalagoso. Toda una tentanción para disfrutar en asaltos al congelador o en familia, lo dejo a vuestra elección. 

¡Pasemos a la receta!

Ingredientes:

Para la tarta

- 800 ml. nata (400+400 ml.)

- 80 grs. azúcar glass

- 1 cdta. pasta de vainilla o esencia

- 200 grs. de crema de cacao y avellanas

- 1 paquete de galletas waffers

Para la cobertura

- chocolate de cobertura 

- 100 ml. nata

- avellanas croccanti para decorar


Preparación: En primer lugar comenzamos dividiendo la nata. No olvidéis que tiene que estar bien fría.
Batimos una parte hasta que monte ligeramente y luego le añadimos el azúcar y la vainilla y terminamos de montar. Reservamos.
               
A continuación, preparamos la otra parte con crema de chocolate. Montamos la nata ligeramente y añadimos la crema. Nos quedará una textura deliciosa. Por favor, no comérosla que tenemos que montar el postre. 
Para el montaje, forramos un molde rectangular con papel de hornear, añadimos una capa de nata con vainilla, otra de nata con crema de chocolate, otra con galletas wafers y la siguiente con una capa fina de crema de chocolate. 
Repetiremos las capas varias veces y cerramos con la mezcla de nata y chocolate. Cubrimos con papel film y llevamos a la nevera varias horas. Al menos un mínimo de 3 horas.

Para la ganache con la que cubriremos la tarta helada, hervimos la nata que añadimos al chocolate troceado en un bol. Disolvemos bien con ayuda de una espátula y, cuando tenga textura homogénea, dejamos templar un poco. Desmoldamos con cuidado nuestra tarta, damos la vuelta y colocamos en una rejilla. 
A continuación vertemos la ganache. Decoramos con las avellanas croccanti, emplatamos y llevamos al congelador una hora más. Pasado este tiempo, ya está lista para ser el postre estrella o una idea de tarta de cumpleaños como hice este año. 

                

¿Qué tal? ¿os venís a casa a merendar o a tomar el postre? Os aseguro que es una delicia. Es un capricho que podemos darnos de vez en cuando y que como véis, no es difícil de preparar. Sólo hace falta sacar un poco de tiempo en este tórrido verano y disfrutar de una tarta helada en familia. 
Si os ha gustado esta idea, también podéis consultar otros postres veraniegos como la tarta helada de chocolate y mascarpone o la comtessa que tantos recuerdos de niñez nos trae a más de uno. 
Vuelvo pronto con más recetas e ideas veraniegas. Os mando un abrazo muy fuerte a todos y os dejo  una instantánea de una terraza en Vejer. 

¡Feliz verano!
Maribel García 🍓🍓🍓