Tarta Linzer de albaricoque. {Receta austriaca}

Por Ana @cookthecakes
En Febrero no pude hacer nuestro viaje mensual por falta de tiempo, así que este mes me he apresurado a hacerlo todo para que me diera tiempo a coger el avión de #reposterasporeuropa con destino a Austria. Y es que volver a Austria siempre es una maravilla, aunque en esta época del año más vale ir bien abrigados...
Si pudiera elegir, y aunque me encanta Viena, una ciudad preciosa, monumental enclavada a orillas del Danubio, y dicen que con la mejor calidad de vida del mundo, renunciaría a tomarme un pedazo de "Sacher Torte" en el tradicional Café Sacher frente a la ópera, y me perdería en la zona del Tirol, conduciendo por carreteras alpinas como la del Grossglockner desde la que se admiran unos paisajes impresionantes, bosques, prados y nieve perpetua: naturaleza en estado puro.

Pero si no conocéis Austria por supuesto que tenéis que visitar Viena, su catedral, sus palacios, imaginaos como la princesa Sisi en el salón de los espejos de Schönbrunn. También las minas de sal cercanas a Salzburgo, os montáis en vagonetas y os vestís de mineros, la zona de los lagos, el castillo de Hellbrunn y sus juegos de agua (esto mejor en primavera-verano porque lo divertido es mojarse), único en el mundo. Llegar a Insbruck que es la capital del Tirol y está rodeada de estaciones de esquí y si os gusta conducir seguid hacia la frontera alemana, dirección Munich y visitad el castillo de Neuschwanstein, ya en Baviera, una maravilla en el que se inspiró Walt Disney.
Yo creo que me estoy yendo por las ramas, pero es que me pongo a hablar de viajes y me emociono. Os voy a contar qué me ha pasado. Preparé unas mini tartas Sacher, hice unas fotos pero no me convencían 100% y además las niñas se fueron a casa de unas amigas y se las llevaron, así que decidí preparar una Linzer Torte de albaricoque, una variante de la tradicional que se prepara con grosellas.

Esta tarta se considera la más antigua del mundo. Está hecha con una masa crujiente que lleva frutos secos molidos, generalmente avellanas, aunque también puede hacerse con almendras o nueces y se rellena de mermelada de grosellas y alternativamente de ciruelas, frambuesas o albaricoques y luego se adorna con un enrejado de masa, aunque también puede adornarse con piezas de masa cortadas con diferentes formas.

Ingredientes
  • 226 gr. de mantequilla pomada
  • 170 gr. azúcar
  • ½  cucharadita de sal
  • 140 gr. de almendras en polvo
  • 1 huevo grande a temperatura ambiente
  • ¼  cucharadita de extracto de vainilla
  • 280 gr. harina de repostería
  • 1 y ¼  cucharadita de canela
  • ¼  cucharadita de nuez moscada
  • 1 bote de mermelada de albaricoque
  • Huevo batido

En el vaso de la batidora de pie batimos la mantequilla, el azúcar, la sal, la canela y la nuez moscada a velocidad baja hasta que quede una crema suave. Añadimos las almendras molidas y seguimos batiendo hasta que estén perfectamente integradas. Agregamos la vainilla y el huevo y mezclamos bien. Añadimos la harina y mezclamos hasta que la masa sea homogénea.
Estiramos un poco la masa y la cubrimos con papel film. Refrigeramos unas 2 horas.
Precalentamos el horno a 180º C.
Extendemos la masa con la ayuda de un rodillo sobre una superficie enharinada y forramos con ella un molde alargado con la base desmontable, previamente engrasado. El exceso de masa que sobra por los lados, lo podemos quitar presionando con los dedos o con el rodillo.
Rellenamos con la mermelada de albaricoque el molde ya forrado con la masa.
Estiramos con un rodillo los sobrantes de masa de cubrir el molde y vamos cortando estrellas con unos cortadores de diferentes tamaños. Las colocamos sobre la mermelada y las pincelamos con huevo batido con ayuda de una brocha.
Horneamos durante 25 minutos o hasta que la masa esté dorada. Dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

El sabor es delicioso, igual de delicioso que el de las galletas Linzer, también típicas de la ciudad de Linz y cuya receta también podéis encontrar en el blog.

A mi particularmente el relleno de albaricoque me gusta mucho y creo que rellena de cualquier mermelada de frutos rojos también está riquísima y acompañada de un poco de nata montada, para chuparse los dedos.

Y como no quiero que os quedéis sin un trocito de tarta Sacher, os pongo un mini trozo de esta famosa tarta de chocolate austriaca y que también está rellena de mermelada de albaricoque.

Espero que os hayan gustado mis propuestas. Prometo repetir la Sacher Torte y esta vez no dejar que nadie la toque hasta que no esté segura de tener todas las fotos que necesito.