Decir "Música" para mi siempre es inherente a mi compañera de trabajo Sandra, ella es una verdadera apasionada de la música hasta tal punto que yo creo que ocupa un 75% de su vida.
Sandra es una persona muy alegre y vital, estudia la carrera en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, le queda ya poquito para acabar y ha compaginado sus estudios con el trabajo con gran esfuerzo y con la interpretación en numerosos actos los fines de semana.
Su especialidad es la "dolçaina", instrumento menos conocido en el ámbito de los profanos en la música pero no por ello, menos difícil en su aprendizaje y correcta interpretación, Para los que no lo sepais este instrumento pertenece a la familia de los instrumentos de viento, en concreto a la familia de los oboes, y las primeras referencias en España aparecen en el siglo XIII, y siempre en ambientes de culto y cortesanos.
Volvamos a la tarta. Estaba claro pues cual seria el tema. El bizcocho fue de chocolate negro, calado con almibar y relleno de ganache de chocolate negro y fruta de la pasión. La combinación de estos dos ingredientes yo la encuentro estupenda porque añade una nota de acidez al chocolate que creo combina perfectamente con el bizcocho, pero eso ya se trata de gustos.
Los Ingredientes del relleno para la tarta de 18 cm de diámetro fueron:
250 gr chocolate negro de cobertura.
200 gr nata liquida espesa
2 cucharadas soperas de pasta de fruta de la pasión.
Modo de prepararlo:
Troceamos el chocolate y reservamos Ponemos la nata a calentar y cuando rompa a hervir, separamos del fuego, añadimos el chocolate y removemos para que funda. Dejamos reposar en recipiente cerrado 24 h. a temperatura ambiente. Colocamos en el recipiente de la batidora, le añadimos la pasta de fruta de la pasión y mezclamos con espátula para que se integre, a continuación semimontamos el ganache y ya esta listo para rellenar.
Muchísimas felicidades Sandra!
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