Y esta tarta también es una propuesta de regalo para todas las mujeres que son madres, y es una forma de expresarle cuanto la queremos.Que mejor que regalarle algo dulce y a la vez un precioso ramillete de rosas, que les haga sentir lo que se las ama.
Para rellenar el contorno de cada disco de bizcocho y para cubrir la tarta yo he hecho Swiss Merengue Buttercream, es una crema ligera y sedosa de merengue y mantequilla, y puedes hacerla en muy diversos sabores. Es una receta estupenda para rellenar tartas decoradas. Deliciosamente ligera pero también estable, y puedes usarla perfectamente para untar las tartas por fuera antes de ponerles la cobertura de fondant. Con esta crema no es necesario conservar las tartas hechas con swiss Merengue buttercream en el frigorífico. En verano por supuesto que sí, pero en invierno puedes dejar la tarta tranquilamente en un lugar fresco. La receta es fácil de recordar: el esquema es 1-2-3 (1 parte de claras de huevo, 2 de azúcar y 3 de mantequilla), y puedes hacer tanta cantidad como quieras. También se puede congelar perfectamente (y conservarla hasta 1 mes en el congelador). En ese caso la dejamos 24 horas descongelándose lentamente en la nevera. Antes de usarla tienes que dejarla a temperatura ambiente, porque si no se corta.
Swiss merengue buttercream para esta tarta: 150 gramos de clara de huevo300 gramos de azúcar 450 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente y en trozos Aroma de vainilla o limón
PREPARACIÓN: 1-Las claras de huevo y el azúcar se montan al baño maría, ponemos una cacerola con agua al fuego. 2-Mezcla las claras y el azúcar en un cuenco. 3-Ponemos el cuenco al baño maría, y continuamos batiendo hasta que el azúcar este disuelto por completo y la mezcla esté bien caliente. 4-Echamos la mezcla en otro cuenco (frío),en la Kitnchen sale perfecta, pero si no la tienes usa una batidora de semejantes características (no sirve la Thermomix). 5- Batimos la mezcla a una velocidad alta, hasta que quede montada y forme picos estables (tarda unos 10 ó 12 minutos). 6-El merengue tiene que enfriarse lo suficiente como para que la mantequilla que vamos a añadir en el siguiente paso no se funda. 7-Añadimos la mantequilla en pequeños trozos, poco a poco, sin dejar de batir (pero ahora a baja velocidad) al principio la mezcla puede aparecer un poco grumosa,es normal, sigue mezclando con paciencia: los grumos desaparecerán. 8-Cuando la mantequilla quede bien incorporada a la mezcla, ponemos la batidora a una velocidad mayor y sigue batiendo la crema hasta que presente un aspecto cremoso y suave. 9-Es el momento de añadirle la esencia de vainilla o de limón, con la espátula baja lo que haya quedado en las paredes del cuenco y sigue batiendo un minuto mas.
La buttercream ya está lista y puede conservarse una semana en el frigorífico.
Para hacer la crema de trufa: 1- un brik de 200 g y lo he metido un rato antes en el congelador 2- azúcar 30 g 3-chocolate negro 75 g lo he metido en el microondas un minuto y así hasta que veamos que esta blando(hay que vigilar que no se queme)
Ponemos en el vaso de la batidora la nata el azúcar y batimos hasta que monte y cuando el chocolate fundido se haya ligeramente enfriado se lo añadimos a la nata mézclandolo bien.
1- Lo primero que he echo es regar con un almíbar cada capa del bizcocho. 2- Haz un dique de buttercream en la tarta, en todo su contorno, esto nos servirá como aislante para que el fondant no se nos estropee con el relleno que le pongamos por la humedad que le pueda dar y además hace que la tarta nos quede mucho más estable, por los diferentes rellenos. 3- rellenamos el interior con la manga que hemos hecho de nata de trufa.
5- Untamos con Butercream la superficie y contorno de la tarta, con una espátula o un cuchillo. Debe cubrir todo el bizcocho, pero tiene que ser una capa muy fina
6- la tarta debemos meterla un rato en el frigorífico; con ello conseguiremos que la buttercream se endurezca un poco. 7-Una vez que haya endurecido un poco, repasamos con con una espátula caliente, para dejarla aún más lisa. Así nos quedará una tarta perfectamente alisada, y podemos cubrirla con una capa de fondant de 3 mm (razonablemente fina) sin que queden irregularidades. Y además no tienes por qué temer que el relleno se salga por el peso de la decoración que pongas sobre la tarta. Y ya solo nos resta echar manos del fondant y a nuestra imaginación y decorar según nos guste.
Y aquí ya está lista para comernos una buena porción: