María y Jaime tienen muchos primos, así que cuando celebraron su cumpleaños quisieron que todos ellos les acompañaran, no sólo en la fiesta, sino también en la tarta. Eso está hecho! y nosotras nos encargamos de que no se quedara ninguno fuera!!
Lo más importante de la decoración eran las galletas, nuestras exquisitas e inigualables (modestia aparte, pero todos los adjetivos son pocos) galletas de mantequilla. Cada una tenía que ser diferente, especial para cada niño: una niña rizosa y morena, un niño rubio con el pelo liso… la cuestión era que ellos mismos se pudieran reconocer!!
Y mira qué felices están todos… y no es para menos, ya que saben que van a descansar sobre un bizcocho de chocolate relleno de una espectacular crema de fluff de fresa.
Suave, esponjosa y riquísima, seguro que nos veréis utilizarla en muchas otras tartas a partir de ahora!!
Por último, un poquito de hierba para ambientar y unas florecitas, que los niños donde mejor se lo pasan es en el campo, al aire libre. Y ya que estamos en Asturias y aquí verde no nos falta, hay que aprovechar!!