Exactamente, eso es lo que pensé cuando me encargaron esta tarta!! Un encargo de última hora, de esos que te llaman por teléfono y te pregunta con voz dubitativa con cuánto tiempo de antelación hay que encargar una tarta fondant…Es martes o miércoles y en el momento que te lo preguntan, sabes, perfectamente, que será para ese fin de semana, concretamente, para el viernes.
“Buf!!!”, pensé yo…y mi cabeza empieza a pensar muy deprisa “tengo la tarta de Enrique, tengo que terminar las galletas, tengo, tengo, tengo…, no me da tiempo…”. Pero la mami te cuenta la historia de Carlos, que es su cumple, que es súper fan de la saga StarWars y que no se espera nada, que sería una sorpresa tan grande…Así que, conforme me lo cuenta, me imagino la cara del peque y pienso…”venga, vale, de alguna manera lo haré…”
Y una vez que digo sí y pienso en el diseño, me doy cuenta que es una tarta de StarWars, que yo no tengo ni idea de esta saga, porque la verdad, nunca me ha llamado la atención la película, que no tengo ni idea de los personajes y que además, cuando empiezo a indagar en internet para conocerlos un poco, son todos a cuál más complicado!!! Horror!!!
Así que esta frase “que la fuerza te acompañe”, me vino que ni pintada para la semana pasada.
Finalmente, decidí modelar a Yoda. Y ahí que me lancé, sin saber si saldría algo parecido al personaje o más bien a la rana Gustavo… Pero salió! Y me puse tan contenta!! Creo que tanto o más que Carlos cuando recibió la tarta!!
El otro día hablaba de esta tarta con mi familia y mi padre me dijo que era algo muy bonito, enfrentarse cada vez a un reto nuevo y yo le contesté: “sí, pero sin saber si te va a salir o no.. menuda presión!” y él contestó: “Claro, por eso, precisamente, es un reto”. Y es verdad. Cada tarta es una pequeña aventura que esperas termine bien, deseando hacer un poquito más feliz a alguna persona y eso es lo más bonito.
A por el siguiente reto!! Este también tiene tela…pero eso os lo cuento la próxima semana