INGREDIENTES
8 Manzanas
200gr. azúcar
50 gr. mantequilla
Limón
Masa Hojaldre (no tenía y puse masa sablée en su lugar)
ELABORACIÓN
Esta es una receta que aprendí cuando estuve de prácticas en Francia, es una tarta que se elabora a la inversa y que se suele servir templada.
En primer lugar, hacemos un caramelo claro fundiendo el azúcar al fuego con unas gotas de limón y la mantequilla.
Es recomendable usar una sartén un poco honda que luego pueda meterse en el horno para facilitar el trabajo. Mientras se va haciendo el caramelo, pelamos las manzanas, las cortamos a la mitad y las descorazonamos. Si tardamos mucho ponemos mantenerlas en agua con limón para que no se oxiden. Después, sólo tenemos que ir colocando las manzanas en orden bien juntas alrededor de la sartén, y en el medio media manzana boca abajo y la otra mitad encima, quedando todo bien prieto. Las dejamos tapadas a fuego medio bajo que vayan cociendo poco a poco y caramelizando las manzanas.
No tenía suficientes manzanas, del tamaño de la sartén, y por eso cuando las manzanas se han caramelizado, las he pasado a un molde más pequeño. Por eso es importante calcular bien el número de manzanas que vamos a usar, así como la sartén que vamos a utilizar como molde. Si usais la sartén adecuada no necesitareis moverlas.
Se le coloca la masa de hojaldre encima, sellando bien las esquinas, se pincha con un tenedor la masa para que no suba mucho y se hornea a 200º hasta que esté la masa dorada. Yo no tenía hojaldre en ese momento y he usado masa sablée que tenía hecha, pero aconsejo mejor la masa de hojaldre.
Esta tarta como podeis ver es una tarta hecha a la inversa
Una vez la masa dorada, la sacamos del horno, la dejamos un poco enfriar y templada la desmoldamos. Si la tarta está muy caliente, al desmoldarla se nos destrozará, y si está muy fría el caramelo hará de pegamento y no conseguiremos desmoldarla. Se sirve caliente.