Entonando...
Fans o no-fans de Camela (yo no soy fan pero la letra le viene a huevo), aquí tenéis la banda sonora de esta tarta tiramisú con receta adaptada de la escuela Hofmann.
Los que me seguís, ya sabéis que por estas fechas andamos en temporada alta en lo que a tartas de cumpleaños se refiere. Así que ahí va la...¡3ª entrega de tarta de cumpleaños!
Objetivo: Joan
Impresiones de los comensales: Cucharas a toda velocidad rebañando el plato de postre con el consecuente deleite generalizado...(y mi tía mirándome con cara de asesina en serie para que no hiciese los trozos muy grandes y que así le quedase un buen trozo para compartir con sus compis de curro del hospital. Y sobró, por la cuenta que me traía...)
Para hacer esta tarta me inspiré en el blog de la Laura Coure coulants. (Gracias Laura por haber asistido al curso y compartir esta maravilla de la ciencia repostera...)
Ya le había echado el ojo hacía un tiempo y tengo que reconocer que el apellido Hofmann me llamó poderosamente la atención. Vaya tela...es que todo lo que viene de esta prestigiosa escuela de cocina tiene una pinta espectacular.
¡Qué barbaridad lo que hace esta gente!
Dudo que hayáis probado una tarta tiramisú más buena que ésta, en serio.
Yo, desde luego, como ésta ninguna.
Bueno, yo os animo a probarla y me contáis...
(Sólo tengo que deciros que, desde que la probé hace unas semanas, sueño con ella...)
Dificultad: media para los novatos en tema tartas. Muy fácil para los que ya han preparado alguna que otra.
Tiempo de preparación aproximado: 1 h. y 30 min. + tiempo de cuajado de la crema (lo mejor es hacerlo de una día para otro).
Raciones: 14-16
Molde: desmoldable de 23 cm. + otro un poco más grande para hornear las planchas de bizcocho.
INGREDIENTES
Para las planchas de bizcocho:
- 5 huevos "M"
- 150 g. de azúcar blanquilla
- 150 g. de harina de repostería
- 500 g. de mascarpone
- 5 yemas de huevo
- 120 g. de azúcar blanquilla
- 40 g. de agua
- 3 hojas de gelatina de unos 2 g. cada una
- 150 ml. de café
- 150 ml. de licor de café
- Cacao puro en polvo tipo Valor
PREPARACIÓN
De las planchas de bizcocho:
- Precalentamos el horno a 180º, en la posición "arriba y abajo".
- Separamos las claras de las yemas y ponemos cada cosa en un bol.
- Con las varillas eléctricas y a velocidad alta, montamos las claras a punto de nieve. Cuando las tengamos montadas, seguimos batiendo mientras añadimos el azúcar en 3 veces. Es decir, añadimos un poco del azúcar y batimos, añadimos un poco más y seguimos batiendo, y añadimos el resto y batimos un minuto más hasta que quede bien integrado. Veremos que nos quedan unas claras con una textura muy firme. Seguidamente bajamos la velocidad de la batidora al mínimo y añadimos las yemas. Batimos un poco más hasta que quede todo perfectamente mezclado.
- Añadimos la harina tamizada y con una espátula mezclamos con suavidad. Obtendremos una masa muy densa.
- Engrasamos el molde ligeramente con aceite de girasol o mantequilla y vertemos un poco de la masa. Lo suficiente para que cubra la base del molde. Como la masa es muy densa, nos ayudaremos de una espátula para repartirla bien. Calculad la cantidad que echáis porque os tiene que dar para 3 planchas. Si alguna plancha os queda un poco más gruesa que otra tampoco pasa nada, por eso no os preocupéis. Simplemente con verter una cantidad suficiente para que cubra la base del molde os saldrá bien seguro.
- Introducimos en el nivel medio del horno y horneamos de 10 a 12 minutos. Tiene que tomar un tono ligeramente dorado, no dorarse como un bizcocho normal.
- Sacamos, dejamos que se enfríe unos 5 minutos, desmoldamos con cuidado para que no se nos rompa la plancha y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Ahora repetimos la misma operación para las 2 planchas que nos quedan. Fregamos el molde, lo engrasamos ligeramente, etc.
- Mientras se van horneando las planchas preparamos el jarabe de café y la crema de mascarpone.
- Preparamos una cafetera de café, del que utilizaremos 150 ml.
- Una vez tenemos el café listo, ponemos en un cazo 150 ml. de licor de café. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego a temperatura media-baja y dejamos que reduzca unos 5 minutos.
- Una vez haya reducido, le añadimos los 150 ml. de café y reservamos hasta que se enfríe.
- En un plato hondo ponemos a hidratar las 3 hojas de gelatina.
- En un cazo ponemos el agua y el azúcar a fuego medio hasta que empiece a hervir.
- Mientras, en un bol batimos las yemas un par de minutos para que cojan una textura cremosa.
- Una vez empiece a hervir el agua y el azúcar, retiramos del fuego y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Mezclamos bien con una varilla de mano y de inmediato vamos vertiendo sobre las paredes del bol en el que tenemos las yemas a la vez que batimos con las varillas eléctricas, es decir, que no debemos añadir el agua y el azúcar de golpe sobre las yemas, sino que vaya cayendo por las paredes del bol. Seguimos batiendo hasta que quede bien mezclado y con una textura cremosa.
- A continuación incorporamos el mascarpone y mezclamos con una espátula hasta que esté todo perfectamente integrado.
- Con un cuchillo recortamos las planchas de bizcocho para que queden de la medida exacta del molde desmoldable.
- Colocamos una de las planchas como base y con un pincel de silicona la humedecemos con el jarabe de café.
- Encima ponemos una capa de crema de mascarpone, que alisaremos y extenderemos con una espátula.
- Seguidamente colocamos la 2ª plancha de bizcocho y la humedecemos igual que en el paso anterior.
- Encima ponemos otra capa de crema.
- Colocamos la 3ª y última plancha de bizcocho también humedecida y por último la capa de crema de mascarpone.
- Dejamos que cuaje hasta el día siguiente en la nevera, bien tapado con papel film o albal para que no coja olores ni sabores indeseados (pero sin que toque la capa de crema).
- Al día siguiente desmoldamos y, con la ayuda de un colador de agujero muy fino, espolvoreamos con una capa de cacao puro en polvo.
- Y...¡a disfrutar!