Últimamente ando un tanto vagueta para cocinar y para publicar recetas, lo sé. Y también se que el mes pasado no he publicado la receta correspondiente al reto del libro de este año "Las recetas de la felicidad" pero para compensarlo (espero poder cumplir esta pequeña promesa) este mes publicaré dos recetas del mismo y así compensar el hueco que dejé el mes pasado.
Uno de mis dulces preferidos, nunca me cansaré de repetirlo, son las tartas de queso. Intento probar todas las recetas que caen en mis manos. Así que en cuanto vi la receta en el libro de Sandra no lo dudé ni un segundo, tenía que hacerla. Lo cierto es que pensé que sería más complicada de hacer y me sorprendió lo rápido que la terminé, lo sencilla que es su elaboración y el resultado tan fabuloso que tiene. He modificado alguno de los ingredientes de la receta original y ha gustado mucho en casa.
Para la base:- 150 grms de galletas digestive.- 70 grms de mantequilla.Para el relleno:- 200 ml de creme fraîche, nata o yogurt griego (yo utilicé este último).- 400 grms de leche condensada (yo puse 250 grms de azúcar).- 600 grms de queso de untar.- Un paquete de preparado para flan, para 4 raciones.Para la cobertura:- Mermelada de moras, fresas, frambuesas, frutos del bosque...
Preparación:
Prepararemos lo primero de todo la base de la tarta. Para ello trituraremos las galletas con ayuda de un robot de cocina o metiéndolas en una bolsa y golpeándolas con un rodillo hasta que consigamos un polvo fino. Derretiremos la mantequilla y mezclaremos esta con las galletas. Cubriremos la base de un molde desmoldable de 20cm con papel de horno y distribuiremos encima la masa de galleta presionando bien y meteremos en la nevera mientras vamos preparando el relleno. Para preparar el relleno pondremos todos los ingredientes en un cazo a fuego lento y removeremos con energía hasta que se haya disuelto el preparado de flan y no haya grumos. Subiremos el fuego y seguiremos removiendo hasta que la crema hierva. Retiraremos del fuego y verteremos sobre la base de galleta. Meteremos en la nevera un mínimo de 4 horas. Esta tarta queda más rica de un día para otro. Finalmente, cuando la vayamos a servir, pondremos sobre el relleno la mermelada que más nos guste.