Y ahora es cuando toca un poco de historia...
No, ¡¡¡noooooo!!! No os vayáis que no os voy a soltar la brasa.Para tener un poco de culturilla en lo que a gastronomía se refiere, esta tarta es todo un clásico inglés (también la encontraréis con el nombre de "Victoria sponge cake").
De hecho, debe su nombre a la reina Victoria de Inglaterra...y conociendo cómo se las gastaban estos personajes de tanto postín (con sus manías y sus antojos), y por lo lustrosa que se la ve en fotos de la época, vete tú a saber si no tuvo a la cocinera de la corte venga hacer pruebas hasta dar con la combinación perfecta...
Pues bien, el original es simplemente un bizcocho esponjoso de mantequilla relleno de mermelada. Así de fácil, que el glamour ya se lo aporta el nombre...
En este caso, lo he customizado con una mezcla de nata y ciruelas que queda sencillamente espectacular. Imaginaos la ligera acidez de las ciruelas combinada con la aromática mantequilla...Pues eso digo yo, para hincarle el diente ahora mismo.... Dificultad: ¿Sabéis montar la nata? Pues entonces lo tenéis chupado. Los que respondan que sólo saben utilizar la nata de espray, que salten directamente a otra receta...
Tiempo de preparación aproximado: 15 minutos preparar masa bizcocho + 25 minutos horneado + 5 minutos para el relleno de nata y ciruelas.
Raciones: 12-14
Molde: yo he utilizado uno circular de silicona de 23cm.
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
- 3 huevos a temperatura ambiente
- 180g. mantequilla a temperatura ambiente (tipo pomada)
- 150g. azúcar
- 100g. harina
- 75g. maizena
- 1 sobre levadura Royal
- 1 pizca de sal
- azúcar glass para decorar
- 200ml. nata para montar
- 2 ciruelas
- 2 ó 3 cucharadas soperas rasas de azúcar
Del bizcocho:
- Precalentamos el horno a 180º, posición "arriba y abajo".
- Batimos el azúcar y la mantequilla con las varillas eléctricas unos 3 minutos, hasta que la mezcla espese y blanquee.
- Añadimos los huevos 1 a 1 y vamos batiendo. Es decir, añadimos un huevo y batimos, añadimos el segundo y batimos, y así con los 3. La mezcla quedará muy cremosa y sedosa.
- Ponemos un colador encima del bol y vamos echando la harina, la maizena y la levadura. Le damos golpecitos para que caigan tamizadas.
- Añadimos una chispa de sal y mezclamos con la espátula con movimientos envolventes.
- Vertemos la mezcla en el molde, que si no es de silicona deberemos engrasar previamente con un poco de aceite de girasol o mantequilla.
- Introducimos en el horno en el nivel medio y horneamos unos 25 minutos.
- Sacamos, lo dejamos enfriar unos 30 minutos y desmoldamos. Lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Ponemos la nata bien fría en un bol (Si la nata no está fría, no monta, esto creo que ya lo sabéis todos...). Añadimos 2 ó 3 cucharadas soperas rasas de azúcar y batimos a velocidad rápida hasta que se monte. Con las varillas eléctricas tarda un par de minutos. No os paséis 3 pueblos o la nata se convertirá en mantequilla.
- Con la batidora trituramos 2 ciruelas y las incorporamos a la nata. Mezclamos bien.
- Si el bizcocho todavía no se ha enfriado, reservamos la mezcla de nata y ciruelas en la nevera.
- Una vez el bizcocho se haya enfriado del todo, lo partimos por la mitad y lo rellenamos.
- Para rematar, decoramos con azúcar glass (que, por supuesto, tendremos que espolvorear con un colador, y no directamente del bote, almas descarriadas...)
- Pues ya está. Listo para degustar...