No he visto la película El discurso del Rey (The King's Speech) de Tom Hooper, realizada en 2010, que consiguió 4 Oscars y describe como el duque de York se convirtió en rey de Gran Bretaña con el nombre de Jorge VI (1936-1952), tras la abdicación de su hermano mayor Eduardo VIII. Con el reportaje anterior he tenido suficiente para ver el valor de Eduardo VIII; un ejemplo de coraje y esperanza para los que padecen disfluencia o tartamudez.
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje)o alteración en la fluidez normal que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Comienza, de modo característico, entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. La tartamudez infantil se puede curar perfectamente en el 80% de los casos acudiendo a un buen logopeda. En los casos muy avanzados el tratamiento es más complejo y largo como el del rey Eduardo VIII.
Si quieren saber algo más sobre ellas (disfluencia y tartamudez) pulsen aquí.