Tartiflette de atún y cheddar

Por Martuka @RecetasMartuka


Me encantan las tartas saladas. Siempre suelo tener en el frigo una masa brisa que me saca de más de un apuro, pues puedo preparar riquísimas quiches o tartas de manzana y crema.
La tartiflette es una especie de quiche que lleva patatas en sus ingredientes. Tenía unas patatas cocidas que me sobraron de la preparación de una ensaladilla rusa, así que, esta es también una receta de aprovechamiento. Ya publiqué otra tartiflette de bacon y manchego (pincha aquí) pero si queréis huir del bacon, está es vuestra receta.


Para 6-8 personas:

  • una lámina de masa brisa
  • 3 patatas medianas cocidas
  • 3 latas de atún al natural
  • 2 huevos
  • 200 mL de nata líquida para cocinar
  • 100 g de queso Cheddar (u otro cualquiera que os guste)
  • sal y pimienta
  • cebollino (o perejil)


Se precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Se desenrolla la masa brisa o masa quebrada, se cubre un molde circular con la masa, presionando bien las paredes y se llena de garbanzos para que la masa no suba. Se pone un papel de aluminio y se hornea durante 10 minutos. Esta operación se llama "hornear en blanco" y se realiza para que la masa no se quede cruda con el tiempo necesario para que cuajen los huevos y elaborarse la tarta salada.
Mientras se hornea la masa se cuecen las patatas en agua salada con una hoja de laurel y un diente de ajo, durante 15 minutos. Deben quedar enteras, no deshechas.
Se cortan en dados pequeños las patatas o en láminas finas y se cubre la masa ya horneada con esa base de patatas.
Se trocea el atún bien escurrido de las latas y se dispone por encima de las patatas. Se baten en la batidora los 2 huevos, el tetrabrik de nata líquida y sal y pimienta.
Se vierte la mezcla anterior por encima del atún y las patatas. Se trocea o ralla el queso Chedar, o bien otro que tengáis que funda bien, y se espolvorea por encima, junto a un poco de cebollino picado.
Se introduce en el horno y se hornea durante 20 minutos a 200ºC con calor arriba y abajo. Si es necesario, se pone un papel de aluminio por encima para que no se dore en exceso la superficie.