Sus dos hits tienen letras repetitivas, carentes de significado, machaconas y absurdas en un mismo tono vocal monótono y lineal.
Llegó a España gracias a ese tradicional intercambio de artistas de mierda que tienen España e Italia desde los años 60.Fue número 1 en ventas en numerosos países europeos con Micromanía, pero La Pastilla ya no coló.Sacó más singles a los que nadie ha hecho ni puto caso.Mejor que se siga dedicando al mundo de la prostitución, que bastantes esperpentos musicales tenemos ya.