Tatuajes, malenismos varios + magdalenas de chiquilín con chocolate blanco

Por Mikeyf

Esta semana me he tatuado. Un enorme vegvísir en el brazo derecho. Un vegvísir es un símbolo mágico islandés que, a modo de brújula, ayudaba a los guerreros a encontrar el camino a casa en tiempos de tormenta. Así que, esperando que siempre me ayude a sortear tempestades y tormentas, me tatué uno. Y usando la simbología islandesa, maté dos pájaros de un tiro, homenajeando así a mi sobrino, cuyo nombre es islandés.
En total tengo cinco tatuajes: además del vegvísir, dos fechas (una muerte y un beso), una constelación de estrellas que simboliza mi familia, y 사랑 (sarang), que significa "amor" en coreano.
Todos mis tatuajes tienen un significado especial para mí. De hecho, creo que es la única manera de mantenerte contento con el tatuaje que te has hecho, puesto que es para toda la vida, y si te has tatuado una Supernena, puede tener gracia durante un año, pero al de dos, puede que estés hasta el tuétano de verte a Burbuja tatuada en una muñeca. No que yo tenga nada en contra de las Supernenas, por Dios, ¡qué hago malenis con corazoncitos de azúcar!

Y de esas malenis os hablo hoy. Por que no todo son tatuajes y macarradas. De hecho, lo único macarra que tengo son mis tatuajes de "estibador" (esto según mi madre). En realidad yo soy un Maleni con "M" mayúscula, de esos que usa una porrada de cachivaches para poner la crema de chocolate blanco encima de la magdalena, o matxalen, si es que queremos euskaldunizarla. Eso sí, maleni con criterio, que yo tiro para casa y hago unas magdalenas ricas ricas con sabor a galleta Chiquilín, de Artiach, de Bilbao de toda la vida, vamos. Pero no porque vaya de original, si no porque es lo que a mí me gusta. Uno, desde niño, ha untado las chiquilín de tres en tres en el café con leche.
Uno es maleni, sí, pero con criterios... ¡Ah, y sin fondant! #SuchFun
Magdalenas de Chiquilín con chocolate blanco
Para el bizcocho:
200 g. de harina de repostería
20 g. de harina de maiz
1½ cucharadita (tsp.) de levadura química
1 pizca de sal
115 g. de mantequilla
200 g. de azúcar
3 huevos
150 ml. de leche
1 cucharadita (tsp.) de extracto de vainilla
10 galletas Chiquilín (85 g. más o menos).
Para la crema de chocolate blanco:
250 g. de mantequilla
200 g. de azúcar glas
2 cucharadas (tbsp) de leche
150 g. de chocolate blanco
Triturar las galletas hasta que sean polvo. Precalentar el horno a 180ºC. Poner los papeles de magdalena en los moldes.
En un bol, tamizar la harina con la levadura y añadir sal. Aparte, hacer la mantequilla pomada y batir con el azúcar, hasta que esté bien incorporado. Añadir después los huevos de uno en uno, batiendo bien para que se incorpore del todo, antes de añadir el siguiente huevo. Añadir la mitad de la harina. Una vez incorporada, agregar primero la leche y el extracto de vainilla, batir, e incorporar la otra mitad de harina. Por último añadir las galletas trituradas y mezclar bien.
Con la ayuda de una cuchara de helado dividir la masa entre los 12 moldes. Hornear durante 25-28 minutos, o hasta que insertando un palillo este salga limpio.
Dejar enfriar.
Derretir el chocolate blanco en el microondas o al baño maría y dejarlo templar. Mezclar la mantequilla con la leche y el azúcar glas. Por último incorporar el chocolate blanco.