A finales del año pasado, cuando este blog se encontraba en sus inicios, os hablé de unas lentes de contacto con las que se podría controlar el nivel de glucosa en sangre.
Pues continuando en esta interesante línea de trabajo, hoy os hablaré de un “tatuaje” que ayudará a las personas en el control de su diabetes.
Ejemplo de cómo podría ser el tatuaje
Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han desarrollado un nuevo sensor basados en nanotubos de carbono envueltos en un polímero sensible a las concentraciones de glucosa. Mediante un fenómeno de fluorescencia (el polímero brilla dependiendo de la concentración de glucosa y esta fluorescencia puede detectarse si se iluminan con luz cercana al rango infrarrojo), se pueden determinar los niveles de azúcar en el cuerpo.
Esta tecnología sería la base a los tatuajes de los que comencé hablando. El equipo investigador está planeando crear una “tinta” con estas nanopartículas suspendidas en una solución salina que podrían inyectarse bajo la piel, como un tatuaje. La duración del mismo sería de unos 6 meses y las personas diabéticas llevarían un sensor con luz “casi” infrarroja que monitorizaría los niveles de glucosa detectados por el “tatuaje”.
Según el equipo investigador, la principal ventaja de esta tecnología respecto a las moléculas fluorescentes es que no se destruyen por exposición a la luz, “puede hacer brillar la luz sobre ellas todo lo que quieras, que la intensidad no cambiará“.
La verdad es que los avances en el campo de la nanotecnología no dejarán de sorprenderme nunca. Cada vez estamos más cerca de la ciencia ficción que vemos en las pantallas y no creo que quede mucho para que nuestros cuerpos empiecen a beneficiarse de pequeños nanorobots que cuidarán nuestra salud desde dentro: eliminando el colesterol de nuestras arterias, deshaciendo trombos, reparando tejidos, depositando medicamentos allá donde son necesarios, localizando y destruyendo células cancerígenas, ayudándonos a combatir infecciones… y, soñando un poco más, nos pueden ayudar hasta a mejorarnos… pero eso sí que me suena ya a ciencia ficción… pero, tiempo al tiempo.
Os adjunto la nota de prensa (traducida) del descubrimiento publicada en el MIT y un vínculo al resumen del artículo que publicaron al respecto (traducido).
Espero que os resulte tan interesante como a mí.
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Noticias, Opinión, Salud por Fran Sánchez