Bonito lugar en el que la redondez del albero está delimitado por setos y arboleda. La presencia animal corre a cargo de los pajarillos que revolotean este albero de la ilusión. El “animal” racional, en cada pase se siente, y quisiera enganchar, aunque solo fuera un poco de suerte, de futuro… y sueña, en cada lance
Con dalias de cristal, con asfódelos,abre la tarde su capote leveen la plaza sin gente de los cielos.
Pablo García Baena