En la que en mi opinión es la mejor película de Tim Burton, la presentación, descubriendo ya una muy cuidada elaboración a base de rutilante blanco y negro, nos muestra la lista de quienes participan en un anticipo de lo que será la superficie de la pasión de su protagonista, del que me temo, muchos de los que por aquí pasan, y yo el primero, no andamos muy lejos: la pantalla blanca, la oscuridad repentina y las imágenes que nos cuentan una historia.
El cine, vaya.