Algunos expertos hablan que la decisión de Xi Jingping en abandonar a Kim Jong-eun, sí la persona, es cuestión de tiempo. Desde que Kim se subió al poder, en tres años, no hubo un encuentro oficial (ni informal) entre los dos líderes que hace algunas décadas cuya relación de hermandad parecía indiscutible. Muchos fácilmente pensarán que si existe algún tipo de fractura en dicho vínculo, el colapso del régimen norcoreano podría ocurrir a muy corto plazo abriendo así la apertura de un "nuevo orden" en Asia Oriental, rememorando el suceso de la unión de las dos Alemanias hace más de dos décadas. Pero la cuestión es que China sólo quiere sacar en medio a Kim o una parte de la élite política de Corea del Norte, no el territorio.
Corea del Norte sigue merodeando en la palma de mano de China y en cuestión de estrategia, recursos naturales y seguridad, el país hermético tiene una utilidad importante para la emergente segunda potencia mundial. Es la herencia que recibió Kim Jong-eun cuando comenzó el mandato y su juventud precisamente no ha ayudado a profundizar el tema utilizando el tiempo en despropósitos para satisfacer sus necesidades personales, que roza el límite del capricho perverso del ser humano. Por su parte, Xi Jingping ha abierto una nueva forma de acercamiento estrechando el lazo primeramente con Corea del Sur, algo que a Corea del Norte no le ha gustado en absoluto y empezó a lanzar improperios como "traidor". Ya ellos mismos dicen que no son países hermanos y que cada uno interpreta por su cuenta el concepto de socialismo.
China ha sido muy inteligente durante estas últimas décadas manejando el término "amistad" con el padre de Kim Jong-eun. El tránsito medianamente permitido a los comerciantes chinos en el territorio norcoreano y el alquiler de los territorios durante 50 años para expropiar bienes naturales para el desarrollo acelerado chino ha hecho que una gran parte de las propiedades en Corea del Norte sea de China. Todo depende de la decisión de la cúpula del Partido Comunista de China para cambiar el rumbo de Corea del Norte. Y Washington no puede hacer no demasiadas cosas por motivos como la lejanía y la constante enemistad que ha habido entre la Casa Blanca y el Partido de los Trabajadores. El diario de Corea del Norte