Se vienen las semifinales del US Open, y no habrá argentinos en la definición del singles en este 2010. Por eso, es momento de recordar en esta sección que llamamos ¿Te acordás de esto?, la presentación de un jugador de la Legión en un Grand Slam.
En este caso, el tiempo se remonta al año 2003, con David Nalbandian como el abanderado albiceleste. El cordobés, que en octavos había eliminado a Roger Federer, llegaba a la anteúltima instancia para medirse con el estadounidense Andy Roddick, quien por ese entonces ocupaba la cuarta colocación. En aquel partido, tras ir dos sets abajo, el norteamericano produciría una remontada formidable, para vencer por 6-7(4), 3-6, 7-6(7), 6-1 y 6-3.
Los nervios del local, que por primera vez estaba en las semifinales del certamen neoyorquino, fue el aspecto que el Rey David supo aprovechar al máximo durante los primeros dos sets, los cuales quedaron en su poder por 7-6(4) y 6-3. En ese momento, las esperanzas de los estadounidenses, y en especial la de Roddick, daban la impresión de que iban a derrumbarse. Sin embargo, el tenista de la ciudad de Nebraska no se achicó por el marcador adverso, y a partir del tercer parcial comenzó a elaborar su remontada en un partido que, con el paso del tiempo, se convertiría en un match inolvidable.
La ajustada victoria por 7-6(7) en la tercera manga para el norteamericano fue el puntapié para un cuarto y quinto set extraordinarios de su parte, en los que manejó el ritmo del juego a gusto y placer. Así, después de dos horas y 31 minutos, el norteamericano se adjudicó los últimos dos parciales por aplastantes 6-1 y 6-3, quedándose de esta manera con lo que fue una final anticipada, ya que el encuentro decisivo ante el español Juan Carlos Ferrero, fue un simple trámite que culminó por 6-3, 7-6(2) y 6-3 a su favor.
Seis años pasaron de aquel partido inolvidable sobre el cemento (por ese entonces verde) de Flushing Meadows, el cual tuvo una derrota increíble para Nalbandian; pero que a su vez, fue el paso decisivo para que Roddick conquistará el único Grand Slam de toda su historia.