Ilustración Mani Annie.-José de Miguel-
Te amé a los quince años, cuando había
levantado su vuelo la mañana,
y habitaba en mi canto la temprana
luz cimera de alegre bandería.
A los treinta te amé, cuando lucía
su plenitud de afanes mi besana,
y ubio de hogar templaba la lozana
desmesura de ti que me investía.
A los cuarenta y cinco, verdecía
tenaz el árbol, floración ufana
que cuajara su mes en cotidiana
oferencia de amante idolatría.
Y hay rosas de pasión y atardecida
para el rondel de los sesenta abriles,
que a los setenta y cinco se abocaran:
si a los noventa llega la partida,
no aflojaran las riendas que, febriles,
sólo al morir su impulso cancelaran.