¿Te Animas a Preparar un Brunch en Casa? (II)

Por Aranchawp @MeigayCaldero

En la primera parte de ¿Te Animas a Preparar un Brunch en Casa? te conté qué era un brunch/drunch, a quién invitar, cuándo hacerlo y cómo organizarlo. En esta te hablaré del menú, de cómo crear un buen ambiente y también te daré algunas ideas que te pueden resultar útiles a la hora de prepararlo.
Comenzamos...
El menú
Debe constar de platos dulces y salados, si no, no es un brunch. Debes tener en cuenta que es importante que sean platos de calidad y bien presentados
Es mejor ofrecer menos cantidad, pero preocuparse de que los invitados aprecien lo que servimos. Como en el caso del cóctel, siempre seránplatos sin espinas, semillas o huesos; vamos, que se puedan comer fácilmente si se está de pie charlando con alguien. El brunch (o el drunch) admite casi cualquier plato, así que, utiliza tu imaginación.
Un consejo: intenta que los platos, tanto fríos como calientes, sean de preparación sencilla para que puedas disfrutar de tus invitados y no tengas que estar todo el tiempo en la cocina. Todo lo que puedas ir haciendo los días anteriores y/o precocinando, es bienvenido. Si puedes, deja para el día “B” (de brunch) la presentación de los platos, las frituras y los últimos toques.
Platos salados
Embutidos, ahumados de todo tipo, carne o jamón asados, brochetas de carne o pescado, patatas con todo tipo de preparaciones (asadas, fritas, gajos…), frituras (“pescaíto”, croquetas, empanadillas, sobre todo si hay niños), quesos, ensaladas con cualquier tipo de aliño, montaditos, tostas, canapés, piruletas saladas, cous-cous, shushi, frutos secos, etc.
Eso sí, ten en cuenta que es imprescindible que ofrezcas tanto platos fríos como platos calientes.
Platos dulces
Azúcar e hidratos sin restricciones, que un día es un día. Puedes ofrecer los clásicos: tostadas, bollería, galletas y cereales… Pero también puedes ofrecer platos más elaborados y festivos: cupcakes, cake pops, muffins, gofres, torrijas o su versión de tostadas francesas, soufflés, tartas variadas, confituras, mermeladas, dulce de membrillo…
Si es invierno, no te olvides del chocolate caliente y los churros. Si es verano, no dejes de poner algún helado.
Por supuesto, también es interesante poner frutas frescas, preferentemente ya peladas y cortadas, en macedonia o en brocheta. Un must have: fresas con chocolate.
Pan
La mejor opción es servir un buen surtido de panes recién hechos, si es posible. Pan de semillas, multicereales, con frutos secos, con queso, con cebolla… las variedades son incontables.
Si tienes invitados con la tensión alta o con necesidades especiales, no olvides los panes bajos en sal, para celíacos o light.
Lácteos y bebidas vegetales
No te puedes olvidar de la leche y de sus derivados: yogures, kéfir, quesos variados (sin olvidar el queso fresco y de untar), mantequillas, etc.
Y, siguiendo el gusto actual, te recomiendo que cuentescon bebidas vegetales para los intolerantes a la lactosa o los vegetarianos más o menos estrictos: soja, avena, almendras, etc.
Bebidas
Imprescindibles: café, té, infusiones, cacao, leche, zumos naturales... los clásicos.
Y, como se trata también de una comida con platos salados, tampoco puedes olvidarte de la cerveza, el vino, el cava, etc.
Si quieres rizar el rizo, ofrece cócteles. No hace falta que sea una variedad muy grande, pero sí de calidad y bien preparados. Si no sabes prepararlos, practica antes.Y, como en cualquier fiesta: que no falte el hielo.
Decoración
Las flores y las velas (sólo drunch y sólo a la caída del Sol) son imprescindibles. Algún detalle especial (no muchos) si vas a tematizar el brunch sería perfecto.
Las calabazas, piñas y hojas secas te darán mucho juego en brunchs de otoño e invierno.


Música
No te olvides de la música cuando organices cualquier reunión en casa, es imprescindible. Ayuda a crear un ambiente acogedor y agradable. Eso sí, es importante elegirla en función de los invitados (hora, edad y gustos propios y de los invitados, etc.) y ponerla a un volumen que permita una conversación fluida entre los invitados. 
Es un complemento discreto, no la invitada principal a la fiesta.
Ideas
Puedes tematizar el brunch según la época y el gusto personal: Halloween, Navidad, cumpleaños, aniversario, estaciones del año, lugares exóticos, películas famosas, etc.
Organiza juegos de los de toda la vida: juegos de mesa, películas, pañuelo, silla, etc. Si hay niños es una ocasión ideal para compartir actividades con ellos.
Organiza alguna excusión o actividad en grupo interesante para hacer fuera después del brunch: sesión de cine o teatro, visita a algún museo, clase particular de baile para todos, etc. Os lo pasaréis fenomenal y bajaréis la comida.
Pide a tus invitados que lleve cada uno un postre y haced un concurso para premiar al más rico (ten previsto un premio, un simple detallito). Además de ser divertido, te ahorrará trabajo… y dinero.
Si tu presupuesto es limitado o tienes pocos invitados, sólo tendrás que adaptar todos estos consejos a tus necesidades.
¿Te animas ahora a preparar un brunch?