Te esperaré en la última página

Publicado el 02 agosto 2017 por María A. Ayuso @MariaysuMundo
Hay lecturas que apetecen. Hay lecturas que entran por los ojos y que nos enamoran desde la primera página. Hay lecturas que ayudan a salir de la desidia lectora y que reconfortan en determinadas circunstancias. Y hay lecturas como 'Espérame en la última página', de Sofía Rhei.

Portada 'Te esperaré en la última página'

Silvia está a punto de cumplir los 40 años, vive en París y es la amante de Alain, un hombre casado que no se cansa de prometer que va a dejar a su mujer para vivir con ella la "vida soñada". Cansada de esta situación, Silvia decide darse un respiro y visita a un misterioso terapeuta que cree que los libros son capaces de curar las enfermedades del alma (y puede que algo de razón tenga). A través de los textos de Oscar Wilde, Italo Calvino o Mary Shelley, Silvia aprenderá a vivir sin Alain, a decir que no, y se abrirá a nuevas experiencias que le ayudarán a reencontrase con ella misma y descubrir lo que es el veradero amor.
¿Tienen los libros la posibilidad de curar? Lo cierto es que no lo sé, creo que todavía no está científicamente demostrado. Lo que sí sé es que los libros pueden llegar a salvar a una persona, pueden ser un refugio y convertirse en nuestros mejores amigos cuando más lo necesitamos. Este es uno de esos libros, es una novela con don, de esas que traspasan la piel y las emociones. 
'Te esperaré en la última página' es una historia que tiene magia, pero también se mueve en lo real. Sofía Rhei, la autora, ha creado a una protagonista que destila ternura, pero que a veces cabrea, aunque la reconciliación final con ella es inevitable, porque es humana y a veces, los humanos, nos equivocamos aunque no lo queramos ver. 

También me han gustado los personajes secundarios, el estilo de la autora y los capítulos cortos que nos dejan ganas de seguir leyendo, de seguir descubriendo el futuro de Silvia y conocer en qué libro se va a refugiar después y en qué libro nos podríamos refugiar nosotros si lo necesitáramos. 

Es verano, hace calor y es tiempo de lecturas agradables y bonitas como esta, una novela en la que hay que dejarse llevar, atrapar y dejarse conquistar por cada uno de sus personajes. Y además sucede en París.