Hay quien liga por guapo y quien liga por trabajador. E incluso quien liga mucho así.
Y la guapura no se puede ganar pero el esfuerzo sí.
Y al final, si el que liga por guapo liga 3 y el que liga por esfuerzo liga 30… tenemos a uno que ha ligado 3 y a otro que ha ligado 30.
Te quiero decir que eso pasa con todo en la vida.
Que ante la falta de calidad, la calidad se puede sustituir por cantidad. Por insistir más, por saber más, por abarcar más. Y que cuando se hace suficiente cantidad, llega la calidad. Hasta en la guapura.
Y qué coño, que da igual cómo de grande, guapo, listo y cuán bonito sea tu logo, tu web o tu propuesta. Cómo de bueno sea tu producto o cómo de fiables tus proveedores.
Cómo de numeroso tu equipo o cómo de céntricas tus oficinas.
Cómo de cutre tu competidor y cómo de idiota tu cliente.
Que cuando vayas al banco nadie te preguntará por la calidad de tu producto, los colores de tu web o las palabras de tu propuesta.
O por cuántas faltas de ortografía tenía el email con el que vendiste 100.000 € en una semana.
El que vende 30 tendrá 30 y el que vendió 3 tendrá 3.
Y cuando el de los 30 esté desayunando con el jefe de tu jefe, comiendo con tu mejor cliente o cenando con la décima morena del mes, solo se reirán.
De ti, con él y como prolegómeno de comerle los genitales.
Acabo de pagarle a un tío la cantidad más grande que jamás le he pagado a un tío.
Muchos miles de lagartos.
Al acabar nos hemos puesto a hablar de ventas.
Me ha dicho que lleva vendiendo desde los 16 y que es el mejor vendedor del mundo.
Tiene razón.
El tipo vende de la hostia. Mucho mejor que yo.
Pero yo vendo más. Y también trabajo menos.
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Acepto la política de privacidadLa entrada Te hablo de un tipo que es mucho mejor vendedor que yo se publicó primero en Luis Monge Malo.