Pero a pesar de la crisis económica nos encontramos con algún dato que resulta, como mínimo, sorprendente. Uno de los datos más sorprendentes con los que nos encontramos es que los españoles, a pesar de no tener un duro, nos dedicamos a financiar a gente que nos detesta, nos dedicamos a subvencionar a enemigos de España. Nos dedicamos a subvencionar a independentistas vascos y catalanes, que quieren acabar con España como país, que quieren acabar con la unidad de España. Nos dedicamos también a financiar a partidos políticos proetarras, partidos que aplauden tanto a ETA como los crímenes cometidos por ellos y nos dedicamos a financiar a alguna que otra curiosa asociación, más cercana al terrorismo yihadista que a otra cosa.
Parece que nos va la marcha a los españoles, parece que nos van las emociones fuertes pero por supuesto no a los ciudadanos, a los políticos que gestionan nuestro dinero. Aquel famoso dicho de como se nota que dispara con pólvora ajena parece un dicho o una frase pensada para los políticos españoles. Dudo que cualquiera de esos políticos que, no sólo nos roban, si no que además malgastan nuestro dinero hicieran lo mismo si ese dinero fuera el suyo, si ese dinero saliera directamente de sus bolsillos, seguro que prestarían mucha más atención y se fijaría más en que manos iba a acabar.
Haya mucho o poco siempre es importante dar un buen fin al dinero que sale de nuestros bolsillos, pero habiendo poco mucho más. Es curioso que todos esos que reciben con tanta alegría nuestro dinero después nos odien tanto, nos odian pero a pesar del odio el dinero no deja de ser dinero, dame pan y llámame perro. No voy a pedir que esta gente, que en su mayor caso son gentuza, tengan algo de dignidad, sería como pedir peras al olmo, es difícil la dignidad en un indigno. Lo que si que habría que pedir es responsabilidades en la gente que legisla sobre esto porque no es normal. Tendrían que legislar para que esa gente, aunque se le concedieran subvenciones, pudieran ser penalizados no sólo por dar un mal fin a ese dinero también por los comentarios que pudieran hacer mordiendo, muchas veces, la mano de quien les da de comer, la nuestra.
No tenemos dinero para muchas cosas muy necesarias, tenemos que renunciar a gastar en infinidad de cosas que todos necesitamos, pero para toda esa gente nunca falta. Bien, pues si es de ley que reciban el dinero por lo menos vamos a prohibirles que nos insulten de una forma tan vergonzosa y descarada.