La pregunta obligada antes de diseñar cualquier estrategia de comunicación o venta es pensar en quién es nuestro cliente. Hoy leía un post de Seth Godin al respecto. Godin afirmaba que entre las muchas preguntas que podemos hacernos, para identificar un cliente, evidentemente no era válida aquella que terminaba afirmando “..alguien que nos paga”.
Cualquier tipo de percepción subjetiva del cliente puede ser nefasta a la hora de valorar la eficiencia de una estrategia o campaña de comunicación. Nos lleva a hablar por hablar y es así cómo algunas campañas están condenadas al más estrepitoso fracaso desde el principio.
Al cliente hay que conocerlo y bien. Quizás haya que reformular algunas preguntas y cuestionarnos qué le gusta, de qué tiene miedo, en qué y quién confía, qué busca, qué es interesante para él o de qué le gusta hablar.