Hoy comparto con vosotros mi opinión sobre el libro Te regalaré el mundo, de Marta Fernández. No sé ni siquiera cómo empezar la reseña. Solo diré que esta autora viene pisando fuerte, así que tendremos que estar pendientes de ella.
Ficha bibliográfica
Título: Te regalaré el mundo.Autor/a: Marta Fernández.Nacionalidad: Española.
Editorial: Espasa.Idioma original: EspañolAño de publicación: 02/09/2014
Colección: Espasa Narrativa.Páginas: 400.Presentación: Rústica con solapas.ISBN: 978-84-670-4185-9
Autora
Periodista y escritora, Marta Fernández empezó a trabajar en Diario 16. Tras pasar por Televisión Española, Telemadrid y CNN+, llegó a Telecinco. Desde 2007 Mediaset es su casa. Allí sigue contándonos historias que la actualidad le pone por delante.
En todo este tiempo nunca ha dejado de escribir. Ésta es, quizá, su primera novela.
Sinopsis
No elegimos a nuestros padres, ni lo que nos gusta, ni aquello para lo que somos buenos. No elegimos de quién nos enamoramos…ni a nuestros enemigos. Ni elegimos nuestros talentos, ni nuestras debilidades. Por no elegir, no elegimos ni nuestros pecados. Ni el país en el que nacemos, ni el nombre por el que nos llamarán todos esos a los que queremos y a los que tampoco elegimos.
La vida nos elige. Y a veces, ni eso.
Esta es la historia de un hombre que tendrá que inventarse un mundo para conjurar su dolor.
Y de otro que ofrecerá su dolor a cambio de inventar un mundo nuevo.
De un padre huérfano y de un hijo perdido.
Opinión (sin spoilers)
De nuevo entramos en un terreno espinoso: caras conocidas que publican un libro. Sé que hay mucha gente que no sabe qué pensar de estos libros o que directamente mantiene las distancias por el hecho de creer que las personas conocidas tienen muy fácil publicar una novela. Ahí no me meteré porque no quiero hacer un debate (todavía no), solo diré que yo he tenido dos buenas experiencias: la primera fue con La noche soñada de Màxim Huerta y la segunda, ahora con Te regalaré el mundo.
En la última reseña
(La plaza de los pintores) os decía que había distintos tipos de sinopsis: las que nos dejan con ganas de más, las que no proporcionan mucha información y las que te destripan el libro, así tal cual. Esta novela sería del segundo tipo, te deja entrever de lo que va a tratar y al principio parece que la historia girará en torno a la relación de un padre y un hijo; sin embargo, el comienzo me dejó con la boca abierta y tuve la certeza de que estaba delante de un gran libro. Y así ha sido.En la celda del fondo hay un hombre que no sabe que se ha vuelto loco. Lleva años repitiendo que es inocente. Que no mató a nadie. Lleva años encadenado a sus grilletes y a sus penas, aunque para él no han pasado ni unos días desde que todo ocurrió. Porque en el manicomio no existe el tiempo. No sabe cuándo llegó a este lugar donde el pasado es como mucho ayer y es imposible el futuro. Ni siquiera se lo plantea.
En esta novela nos encontramos con dos historias diferentes: la de Leo, un periodista que está escribiendo su primera novela, y la del profesor Rossum, su protagonista principal. Al principio puede resultar lioso si no sabes que la autora juega con esto ya que los capítulos no están ni numerados ni titulados por lo que de repente saltas de una a otra con personajes nuevos y sin conexión aparente con el anterior capítulo. Incluso, no sabía ni quién era el narrador ya que la historia de Rossum se cuenta en tercera persona (porque la está escribiendo Leo) y el resto en primera por el propio Leo. Pero vamos, que son las primeras veinte páginas hasta que te acostumbras y yo ya os lo he dicho para que no os pase igual que a mí.Leo Brock es un chico muy inteligente que se gana la vida en el periódico El Globo, el que antaño fuera uno de los más importantes del país y que ahora está dirigido por García, un incompetente enchufado con suerte de haber nacido en una familia importante y con contactos. Afortunadamente, El Globo cuenta con profesionales como Arnau, un hombre que rechazó el puesto de director del periódico porque no concibe su vida sin hacer lo que más le gusta: escribir en el suplemento literario. Arnau constituye la figura paterna que Leo perdió cuando su padre se fue a Estados Unidos y siempre le apoya y ayuda en lo que puede, como en la redacción de su novela. Esa novela que sale de dentro de él, que le exige que le de forma y la deje ser. La novela del profesor Héctor de Rossum.
Rossum es uno de los hombres más ingeniosos que existen en el siglo XVIII y por eso es llamado para que ayude al Infante José de Portugal a tocar el clavicordio porque es incapaz de interpretar una sola pieza. Con su prodigioso cerebro creará inventos que le harán vencer todos los problemas que se le presentan, como ese o la conservación de los libros de la biblioteca de Mafra. Sin embargo, tendrá que abandonar Portugal y marcharse al Buen Retiro donde la hermana del Infante José se halla encerrada por la reina Isabel de Farnesio para informar de su situación. Será allí donde su vida cambiará para siempre. Donde conocerá a Nizet.
La puerta se abre. Recortada en la luz del pasillo, apenas la sombra inmovil de un hombre. Y Rossum enmudece. Los ojos muy abiertos cegados de espanto. Su boca convertida en una mueca grotesca solo puede articular una palabra. El nombre de su enemigo.
-Nizet.
El personaje que más me ha gustado ha sido Rossum. Al principio se nos presenta como un hombre inteligentísimo capaz de crear inventos sorprendentes en el interior de su laboratorio, su refugio. Pero a lo largo de la novela se sucederán un montón de giros argumentales que harán que su personalidad cambie y que solo quede una pequeña parte de ese Rossum que asombraba a la Corte con sus inventos. Tendrá que aprender que no se puede luchar contra el Destino, que no se puede cambiar lo ocurrido en el pasado, pero ¿y si sí se pudiera? ¿Y si pudiera burlarlo? ¿Y si pudiera volver a reconstruir su corazón? ¿Hasta dónde será capaz de llegar para recuperar a un ser amado?
En la otra cara de la moneda tenemos a Leo, un chico que empieza a escribir una novela sin darse cuenta que todos sus temores y carencias los plasma entre sus páginas. Porque, por muchos años que pasen, siempre será ese niño que espera a que su padre regrese en verano. Pero nunca lo hace. Lo ha abandonado. Está solo. De esta manera Nizet, el enemigo de Rossum, es el reflejo de un padre perdido, de un padre que intentó no estar ausente mediante cartas.
Aunque quizá la foto que mejor nos retrate sea la única en la que no se le distingue
. Mi madre y yo abrazados en el sofá en medio del salón casi desierto, él se suma a la escena pero no llega a tiempo y se queda al lado, sin poder tocarnos, congelado en una ráfaga borrosa, convertido en una mancha descolorida imposible de identificar.Eso fue mi padre durante un tiempo: el hombre borroso.La ambientación de los diferentes escenarios de la novela es otro de los puntos fuertes. Parece como si la autora tuviera una máquina del tiempo y hubiera viajado al pasado. No quiero ni imaginar el gran trabajo de investigación que ha tenido que hacer para formar unas descripciones ricas en detalles.La única pega que le pondría al libro sería el final y no porque no me haya gustado, sino porque me esperaba algo un poco más apoteósico. Me dejó fría porque estaba esperando ese gran final que no llegó.
El estilo de Marta Fernández me ha impresionado por su fluidez, riqueza verbal y exactitud, usando la palabra adecuada en el momento perfecto. Hace que el escribir parezca fácil, como si saliera solo. Se nota que es una persona muy culta, que ha viajado y que ama su profesión. Es de esos autores que logran que visualices cada detalle y que llegues a conocer a los personajes. Quizá a mucha gente le resulte un poco pesado leer Te regalaré el mundo por estas descripciones tan extensas, pero a mí es que me encanta que me transporten de un lugar a otro de la forma en la que lo hace. Sin duda, no será la última obra que lea de ella.
Calificación
8/10Una novela única que combinan con gran maestría la realidad y la magia.¿Qué os parece? ¿Tenéis ganas de leerlo?