La vida nos elige. Y a veces, ni eso.
Esta es la historia de un hombre que tendrá que inventarse un mundo para conjurar su dolor.
Y de otro que ofrecerá su dolor a cambio de inventar un mundo nuevo.
De un padre huérfano y de un hijo perdido.
Creo que uno de los factores más importantes que debe tener una novela es el inicio. Necesito que esas primeras páginas, ese prólogo me cuente algo que me deje la miel en los labios, un pequeño resquicio de lo que me encontraré en la novela y que me den ganas de seguir.
Este es, para mí, el gran fallo que ha tenido la primera novela de Marta Fernández.
Te regalaré el mundo nos enfrenta a dos historias completamente distintas.
Por un lado tenemos a Leo. Trabaja en el periódico El Globo como periodista, su vida social es escasa así como sus relaciones sentimentales. Conoceremos a sus amigos, su estrecha relación con su madre y la distancia que le separa con su padre. El amor silencioso que siente por Alicia y sobre todo la estrecha amistad con Arnau. En Leo encontraremos un hombre con grandes inquietudes intelectuales y sentimentales, un hombre que escribe para descargar en cada página el dolor y el rencor que siente hacia su progenitor y sobre todo las preguntas sin respuestas que tiene en su interior.Los capítulos de Leo me han gustado aunque creo que les han faltado chispa hasta bien avanzada la novela. No se cuenta gran cosa salvo amistades, trabajo...pura rutina. En ese ambiente lo más destable es la crítica mordaz que hace Marta Fernández hacia la prensa en la actualidad a través de los personajes.
En contraposición la autora nos manda a 1744 para que conozcamos a Héctor Rossum. Héctor era un matemático al que María Ana de Austria mandó a llamar para que educará a su hijo, el heredero del trono de Portugal. Durante mucho tiempo se convirtió en la sombra del niño, aprendieron el uno del otro. María Ana en agradecimiento concedía al profesor todo lo que necesitará para sus investigaciones, para crear. Durante algunos capítulos iremos conociendo dichas creaciones, como la mente privilegiada de Rossum intenta adelantarse a su tiempo.
Podría decir que hasta que nos adentramos a más de la mitad de la historia esta no comienza a ser interesante. Hay demasiados datos de ambas épocas y las rutinas de sus protagonistas, para mí gusto, poco necesarias. Hubiera agradecido mucha más ligereza en la narración y sobre todo más "aventura" como lo que finalmente terminó dándonos.
Más adelante como digo comienza la historia de verdad. Leo destapa la caja de los secretos que ha sido su vida, comienza a unir los engranajes, el puzzle que siempre ha sido para él el abandono de su padre. Se reencontrará con el pasado y se encontrará consigo mismo. El final para Leo es sorprendente, delirante. Como lectora no me lo esperaba y me sorprendió muy gratamente, una vuelta de tuerca por parte de la autora. Lo imposible se vuelve posible en muy pocas páginas.
Por el lado de Rossum, viviremos con angustia la pérdida de su hija Celeste y como esta le hace perder la cordura. Serán años duros para el profesor que intenta por todos los medios recuperar algo que le ha sido arrebatado para siempre.
Ambas historias están muy íntimamente ligadas aunque no será hasta el final cuando nos daremos cuenta de ello.Ha sido una buena toma de contacto con Marta Fernández, aunque desde mi humilde opinión, creo que podría hacerlo mejor. Su estilo narrativo es muy bueno, la documentación excepcional - aunque hubiera agradecido un lenguaje más coloquial - la historia muy interesante aunque con un arranque muy flojo. El final sorprendente, perfecto.
Dejando de lado esos peros que han ralentizado bastante mi lectura la novela me ha gustado.Te regalaré el mundo nos habla del dolor de un hijo obligado a vivir sin su padre. De un padre obligado a vivir sin su hija. De dos personas que no se conforman con lo que el destino les ha deparado. De la lucha, del amor que supera incluso las barreras más inimaginables. Una novela con un final rompedor.